Por fin, Europa

He sabido, a través de la prensa local, que se ha creado una comisión de investigación del Parlamento Europeo para la investigación y, naturalmente, exposición de conclusiones de los abusos sexuales de menores con la custodia a cargo del Consell de Mallorca.

Grosso modo, cuando la administración, a través de los servicios sociales, o su vanguardia, educadores sociales, descubren que hay menores en riesgo de exclusión social, bien por pertenecer a una familia desestructurada, por adicciones severas o por alguno de los motivos efectivamente tasados en la Ley, la custodia paterna cede en favor de la custodia a favor del órgano ad hoc.

Lo que hace el estado social de derecho es darle una oportunidad a un menor de que pueda seguir con su vida lejos de los elementos distorsionadores de su vida y se pueda educar y formar como persona para ser una persona integrada con absoluta normalidad en la sociedad.

Desde hace unos años se viene hablando de abusos sexuales y violaciones a algunas menores que estaban bajo la custodia del Consell de Mallorca. Desconozco la veracidad de los hechos, pero, de ser mínimamente ciertos, estamos ante el episodio más negro de la historia democrática de este pequeño país. Mucho más que la corrupción política que hubo en su momento, por la simple razón de que entonces se hablaba de dinero y aquí se habla de dinero, concretamente niños.

Todos corremos a hacer aportaciones para ayudar a los niños de Ucrania, lo cual es muy meritorio y no debemos dejar de hacerlo. Ahora más que nunca necesitan nuestra colaboración. Lo que pasa es que nos estamos olvidando de los de aquí.

Auténticas batallas parlamentarias se han visto en nuestro bendito Parlament para que no se abriese una comisión de investigación; aquí, con esta postura tan obstruccionista a modo putiniano, la izquierda no quiere que se investigue ese drama, como se hace en Valencia, bajo el paraguas de la señora Oltra. Se ve que los tan morales y dignos miembros de la izquierda no quieren que se investigue un tema que desprende un tufo tremendo; siempre nos han hablado de transparencia, imagino que para los otros, pues su habitual hipocresía les impide mirar hacia su casa.

Ha tenido que ser el Parlamento Europeo quien abra una comisión de investigación para hacer un juicio político de la presunta violación de menores. Nosotros, y me refiero y señalo de forma expresa a los 59 diputados del Parlament, no hemos sido capaces de hacerlo. En consecuencia, uno no puede evitar pensar qué estamos escondiendo para no dar explicaciones de la gestión de los menores. Y no estoy vulnerando la presunción de inocencia, pues estamos ante un juicio político.

Si se descubren indicios de veracidad, deben rodar cabezas, con la misma tolerancia que los izquierdistas tienen con sus adversarios políticos; si no se descubre ningún indicio, nada habrá pasado, y se habrá demostrado que los órganos de control del Parlamento Europeo funcionan, ya que los del Parlament Balear está acreditado que no sirven para nada, o para poco.

Como es sabido, la presidente Armengol es quien manda con puño de hierro y guante de seda, como nuestra Putin local, las huestes de la izquierda; sin duda, depende de ella que se haya investigado o no esta cuestión. ¿Qué esconde, señora presidente?

Cuando veo estas situaciones, cuando veo la postura ante la injusta e ilegal invasión rusa de Ucrania, cuando veo la compra conjunta de vacunas, cuando veo al Banco Central emitir más moneda para que no seamos más pobres, cuando veo las recomendaciones impositivas para que no nos arruinemos, estoy orgulloso de pertenecer a Europa, y voy a defender a la Unión con toda mi fuerza, gritaré en su defensa, porque nadie tenga que repetir aquello de "que combatiremos en colinas, en las playas y en las costas, nunca nos rendiremos”, como hace ahora el respetadísimo presidente Zelenski, de payaso a héroe.

Cuantos a diario, aquí, recorren el camino inverso… ¿Quién puede presentar esa hoja de servicios? Ucrania, en mis oraciones.