Podem está fuera del Govern y ahora quiere mostrar a la ciudadanía (o a sus votantes) que su apoyo a Tercer Pacte deberá ser negociado y revisado permanentemente durante los próximos casi 4 años.
Han ido mostrando su disconformidad con el nombramiento de Francisco Fernández Terrés como gerente de la empresa púbica SITIBSA. El PSIB no ha movido ficha. Podem no aparca el asunto. Se acerca el inicio del curso parlamentario y llegan las primeras votaciones. Esta es la sucesión de los hechos y ante el escenario parlamentario, Podem muestra por primera vez el brillo del filo de su navaja: “El Govern puede perder alguna votación”, le ha dicho Laura Camargo -portavoz de Podem en el Parlament- a la presidenta del Govern, Francina Armengol. Mañana vuelven los plenos al Parlament.
No parece que nadie pueda creerse que este asunto llegue a causar excesivos problemas al Govern. Aún creando un cierto ambiente de inestabilidad, no llegará la sangre al río. Hay mucho en juego. Hay un Govern, un Consell y multitud de ayuntamientos en juego. Pero queda ahora la curiosidad de ver cómo resuelven este asunto los partidos de izquierdas sin hacerse excesivo daño.
Si Fernández Terrés es descabalgado de su cargo, el PSIB andará un tiempo tambaleando salvo que se produzca un cambalache que le dé una victoria pactada en otro asunto. Si Terrés se mantiene, tendremos la ocasión de ver hasta dónde es capaz de llegar la gente de Jarabo y Camargo. Pase lo que pase, Més opta por un silencio oportuno.
Més per Mallorca sólo se ha referido a este asunto para hacer la reflexión que todos coincidiríamos en considerar la más lógica de todas las que se han hecho sobre este asunto: “Si Podem quiere opinar sobre los nombramientos, debe entrar en el Govern”. No lo hizo cuando pudo. Veremos qué pasa en enero en función de los resultados de las Elecciones Generales. Debería entrar y mojarse, o ser oposición.