www.mallorcadiario.com

Perros y gatos

sábado 15 de marzo de 2014, 09:17h

Escucha la noticia

Llevarse como perros y gatos alude a la aparente incompatibilidad que rige entre estas dos especies.  No obstante, en ocasiones la realidad contaría a la lógica del prejuicio inicial a una relación cordial entre dos ejemplares.  Los avatares de la vida han llevado a compartir hábitat, en una finca rústica del Pla de Mallorca a un perro y una gata.

El perro, víctima de la moda que rige en aquellas familias con tendencia a poner nombre de persona a los animales y a los hijos bautizarlos como mascotas, se llama Nofre. Es un mastín de 80 quilos, con cara de bonachón pero con un aspecto general que impone respeto por su enorme embergadura. La gata, con más atino al tiempo de asignarle nombre, responde al nombre de Taka.  Al principio, nada más verse, tanto el uno como la otra sientieron una cierta curiosidad mútua, aunque Nofre mostraba cierta indiferencia ante los reclamos de Taka.  Un día se le acercaba, la olisqueaba y jugaba un poco con ella.  Al día siguiente decidía seguir con sus cosas de perro e ignoraba cualquier petición de atención de parte de la gata.  Así pasaron los días, las semanas y algún que otro mes hasta que llegó un momento en que las tornas cambiaron. La nueva situación invirtió los papeles. Ahora era Taka quién, tal vez añorando los tiempos en que el perro se mostraba esquivo, no demostraba el mismo interés que antes en jugar cuando era requerida.  La indiferencia de Taka provocó una reacción de interés en Nofre poco predecible tan sólo unos días antes. Llegando incluso a dar apareciencia de agobio en la gata.

Con todo, el comportamiento de los animales no dista mucho del de los humanos. Tenemos tendencia a no apreciar aquello a nuestro alcance y cuando se nos priva de ello se despierta una extraña e imprevisible fuerza de atracción.  Nofre pareció conocer la expresión de Camilo José Cela "quién resiste, gana" y, sin cejar en su empeño, no dejó de reclamar la atención de Taka hasta que un día consiguió que la luz del alba les descubriera acurrucados. El perro abrió lentamente sus pesados párpados esbozando una media sonrisa con una expresión que parecía decir "como siempre, me he salido con la mía".
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
2 comentarios