Día 19 de confinamiento por la epidemia. Pedro y Pablo, nuestros Picapiedra socialcomunistas, insisten en obsequiarnos con comparecencias delirantes, mítines políticos desde La Moncloa, con preguntas de los medios previamente filtradas y preparadas, que aun así provocan respuestas de vergüenza ajena que corren por las redes.
Gestionan tan mal la crisis económica como la sanitaria. Si en ésta reaccionaron tarde, en criminal negligencia por la que ya han sido denunciados ante los tribunales, ahora están inmersos en una especie de diarrea legislativa por la que aprueban una sucesión de parches chapuceros, una “cascada de ocurrencias”, según lo han definido por ahí, que no impedirán la destrucción de miles de empresas, si es que no la aceleran.
La prohibición de los despidos, por ejemplo, es especialmente interesante. Y dañina. Me pregunto por qué no prohíben las pérdidas, y tendríamos las empresas salvadas. Ya puestos, que prohíban el virus, y asunto resuelto.
Tenía otros títulos para el artículo de esta semana. “(Casi) Todo va a salir bien” era una posibilidad. “Este virus lo derrotamos unidos (prohibido criticarnos)”, era otra. Sé que hay que ser positivo, e intento interiorizar todos los lemas que amablemente se nos sugieren a través de los medios de propaganda, pero es que en el fondo me rechinan; no puedo evitarlo. Como lo del aplauso colectivo, mientras se manda a la gente a hacer su trabajo sin medios (ya somos “kamikazes” para la prensa extranjera).
Otro título, más impactante, era algo como “Gobierno asfixiante”. Porque se asfixian nuestros enfermos y se asfixia nuestra economía. El confinamiento tiene un coste económico enorme, que además seguramente se incremente más que proporcionalmente a medida que se prolongue el parón. Por ello no bastan los parches de nuestro desGobierno. Creo haber leído que otros países, como Dinamarca o Canadá, han decidido que el Estado asuma directamente ciertos gastos empresariales, a fin de salvaguardar el tejido económico y facilitar la recuperación. Qué diferencia con nuestro ‘vaya a pedir un préstamo que yo igual le avalo una parte’. Casi estoy deseando que la UE nos rescate y nos saque de las manos de nuestros gobernantes y gobernantas, o al menos que se las ate un poco.
Una duda legítima es si realmente pueden ser tan incompetentes, o si es que pretenden arruinar a propósito el país para hacernos más dependientes del Estado y continuar acercándonos a un régimen al estilo bolivariano. Aprovechar la confusión y las situaciones de crisis está en el manual comunista y creo recordar que existen videos de Iglesias teorizando sobre ello. Ahí lo dejo.
Yendo a lo positivo, pero no a lo buenista, sino a las soluciones racionales, he leído dos artículos interesantes últimamente, uno de Martín Varsavsky y otro de Juan Ramón Rallo. Trataré de sintetizar y añadiré mis propias ideas. Con el confinamiento conseguiremos controlar la expansión del virus. Pero si no lo eliminamos por completo y controlamos las fronteras, cuando se levante el confinamiento, la epidemia continuará avanzando. Por ello, mientras no llegue vacuna o tratamiento eficaz, habrá que reducir el contacto social al mínimo, mantener medidas de higiene y protección, geolocalizar al personal y practicar tests y aislamiento inmediato de cualquier persona con síntomas y sus contactos, al estilo de Corea del Sur o Singapur. Varsavsky propone además mantener el aislamiento de los mayores, puesto que son los más sensibles. Ya saben que según un reciente estudio del Imperial College, un 15% de la población, unos siete millones de personas, se habrían contagiado ya en España. Sí, nuestras cifras oficiales son tan (poco) fiables como las de China. Es muy verosímil, sabiendo como sabemos que no se hace el test a casi nadie. Lo bueno es que toda esa gente ya lo habrá pasado, y que con esas cifras la tasa de mortalidad es mucho menor.
En fin, mientras tanto, Pedro y Pablo, hacednos un favor y #QuedaosEnCasa, que tenéis la familia enferma y no predicáis con el ejemplo, saltándoos la cuarentena. Y ya puestos, si os quedáis ahí definitivamente, mucho mejor. Pedro y Pablo, go home. Si eso ya os avisamos para el juicio.