El último perro policía de Palma, Buddy, pasará el resto de sus días en Bellver y no con una familia. Los votos de los partidos del Pacte han impedido que la propuesta del PP saliese adelante. La regidora de Seguretat Ciutadana, Joana Maria Adrover, ha justificado su negativa asegurando que el can "tiene todo lo que necesita y se le trata con cariño".
Nueva bronca a cuenta de Buddy, el último perro policía de Palma. El animal seguirá viviendo en las instalaciones de la sección montada de Bellver, tras votar los partidos del Pacte (PSIB, Més y Podem) en contra de entregarlo en adopción a una familia como proponía el PP.
La regidora de Seguretat Ciutadana, Joana Maria Adrover, ha asegurado durante su intervención en el pleno telemático de este jueves que el animal se encuentra "en el mejor destino posible", destacando que vive entre agentes que se desviven por ellos, en un entorno privilegiado y con atención veterinaria garantizada. "Algo que no todas las familias podrían garantizar", ha afirmado la regidora.
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De hecho, ha aseverado que "tan mal no estarán cuidados cuando Max ha fallecido a los 15 años", en referencia al can de la extinta Unidad Canina que murió el pasado 24 de diciembre.
Por ello, Adrover ha pedido a la concejal del PP que impulsa la propuesta, Montserrat Oliveras, que aparque "esta locura sin sentido" y les deje centrarse en la pandemia.
Por su parte, Oliveras ha aclarado que nunca ha cuestionado el trato de los policías -"muy al contrario", ha recalcado- sino la decisión de Cort de mantener a los animales en unas instalaciones que "no son un hogar".
"Tenga un mínimo de sensibilidad, explique a las asociaciones que intervienen en este caso los motivos por los que se niega a entregar al último perro policía de esta ciudad a una familia", ha concluído.
MÁS DE 3.200 FIRMAS PIDIENDO A CORT QUE CEDA EL ANIMAL A UNA FAMILIA
Cabe recordar que Progreso en Verde ha reunido más de 3.200 firmas exigiendo al Ajuntament de Palma la entrega del animal en adopción.
Progreso en Verde estudia iniciar concentraciones de protesta por lo que considera un "ninguneo constante hacia los animalistas" y ha manifestado su "indignación mayúscula" por el hecho de que uno de los perros policías jubilados muriese sin "el final que merecía".
El partido ha recordado que lleva un año luchando para que se permitiera la adopción de Max y Buddy y acusa a Cort de "esconder la cabeza con el día a día sobre los casos de abandono, maltrato o explotación".
"Este caso ha desenmascarado la pésima gestión en materia de protección animal", apuntan.
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