Ciertamente es pronto para poder evaluar si la contratación del nuevo técnico Joaquín Caparrós y su numeroso séquito ha sido un acierto o no. Obviamente habrá que esperar varios partidos más para poder adelantar una opinión fundada, aunque comienzan a escucharse ciertas dudas veladas sobre su esperado éxito. En cualquier caso, y por exigencias de un club profesional de primer nivel no queda otra alternativa que los máximos gestores, de forma secreta obviamente, dispongan de alternativas ante cualquier crisis deportiva inesperada. Está claro que los administradores concursales no autorizarían un dispendio similar para un nuevo técnico (actualmente entre los técnicos mejor remunerados), ni que el mandamás pobler esté por la labor de ponerse el chándal y entrenar. La solución sería Nanu Soler. Aunque para los amantes de la especulación y los chascarrillos decir que Laudrup ha comprado casa en Mallorca les motiva.
