Los despropósitos en vísperas electorales no parecen tener fin. Ahora le ha tocado a la Enfermería balear, con un homenaje sacado de la manga, el president del Govern, Francesc Antich; la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, y el conseller de Salut, Vicenç Thomàs, se han dado el último baño preelectoral. Me parece vergonzoso que nuestros políticos se inventen un acto de estas características, utilizando para ello a los profesionales de Enfermería de las Islas, esos mismos que se han dejado la piel en los hospitales sin que nadie de la Administración haya reconocido sus esfuerzos, todo lo contrario, han sido premiados por este Govern con rebajas de salarios, incrementos de cargas de trabajo, plazas sin cubrir, permisos sin conceder… Y ahora les homenajean. El Ejecutivo ya no recuerda las movilizaciones de este colectivo, sus denuncias sangrantes sobre las condiciones de trabajo a las que se enfrentaban cada día por culpa del “recortazo”, sus manifestaciones… No recuerda nada, porque no le interesa, pero eso sí, que no falte un homenaje para decirles lo maravillosos que son, a ver si cae algún voto. Menos mal que los sindicatos han tenido vergüenza y coherencia y no se han prestado a esta pantomima.
