La saturación de las Urgencias del Hospital Son Espases, los enfermos aguardando en camillas por falta de camas o los boxes al completo, me han demostrado que todo sigue exactamente igual que hace años, que muy pocas cosas han cambiado, a pesar de contar con unas nuevas y modernas instalaciones. Cuando todavía guardo en mi retina aquellas nefastas imágenes de Son Dureta, en las que los enfermos, por falta de espacio, tenían que permanecer en camillas en los pasillos, sin que el personal pudiera hacer nada, salvo intentar explicar la situación a los familiares, ahora, la imagen se repite en el “millor hospital d’Europa”. Pero, lo peor de todo esto que mientras los médicos achacan buena parte de los problemas de la actividad asistencial al sistema informático, el gerente, Luis Carretero, sigue defendiendo a capa y espada sus bondades, unas bondades que han sido rechazadas por el resto de hospitales españoles -sólo uno y pequeño ha optado por instalarlo- y por la gran mayoría de los médicos que trabajan en Son Espases. Mientras tanto, el nuevo hospital es más que nunca el viejo Son Dureta.