El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, ha dicho que es “éticamente obligatorio” rebelarse contra recortes en los medios y las condiciones de trabajo porque ponen en entredicho la calidad del sistema sanitario y ha dejado muy claro que, por mucho que se diga que no, van a afectar a la calidad de las prestaciones a los pacientes. Esto, dicho por el máximo representante de los médicos, es algo que todos sabemos pero que muy pocos quieren reconocer en voz alta, porque está claro que con menos medios, peor asistencia. No se puede pretender reducir plantillas, cerrar los quirófanos por las tardes para las operaciones programadas, reducir salarios al personal y pretender que todo siga igual, porque es algo inviable. La asistencia será peor, las listas de espera, tanto quirúrgicas como de consultas de especialidades, aumentarán, las pruebas de alto coste disminuirán… Y así, hasta que cualquier día llegue el copago o se ponga fin a la gratuidad de los medicamentos para los jubilados. Con menos, no se puede hacer más y especialmente en sanidad, por lo que, si los médicos hacen caso a su presidente, la “rebelión” está a la vuelta de la esquina y con ella la del resto de profesionales sanitarios. Y si no, ahí está el ejemplo de Cataluña.
