El tercer intento de Pedrojota para relanzar Veo7 cuenta con un periodista que ha dado resultados allá por donde ha pasado. Tanto durante su estancia en Baleares como en su periplo en Marca, Eduardo Inda ha dado un sello inconfundible de nervio. No siempre de independencia, aunque para algunos asuntos se haya revelado como indomable. Inda pasó por Mallorca como director de la edición regional de El Mundo y su forma de hacer periodismo puso a la cabecera en primera línea. Al margen de estar más o menos de acuerdo con su línea ideológica, el rotativo se caracterizó por no distinguir en sus investigaciones a quién estaba en el poder y a quien no, al contrario de lo habitual en la Isla. Su excepción en este punto fue nada menos que Jaume Matas, pero contra Maria Antònia Munar tuvo el coraje que hasta entonces nadie osó de ir hasta el fondo, incluso a costa de recibir amenazas escalofriantes. Por su lucha contra el nacionalismo radical también padeció campañas como ver montajes fotográficos subidos de tono. Inda se desmarca de esa máxima que dice que el periodista nunca es el protagonista, y es su protagonismo el que pone al medio que encabeza en el ojo del huracán, lo que comercialmente se revela como un éxito. Un grupo de Facebook llegó a sumar cerca de 30.000 seguidores pidiendo su dimisión de Marca y su expulsión del periodismo. Pero lo cierto es que Inda se fue de Mallorca dejando a El Mundo como el medio de referencia entre la derecha isleña, y característico por una forma irreverente de hacer periodismo. Su sello sigue hoy vigente. Con Marca ha ocurrido algo parecido. Pese a las polémicas, el diario ha alcanzado su récord de lectores, en un momento en el que las ventas de periódicos impresos se reducen vertiginosamente. En ambos casos, uno de sus éxitos ha sido saber rodearse de lo más talentoso de cada casa. Tanto por Marca como por EMED han tenido cabida los mejores periodistas y articulistas del momento, a excepción de los que caminan por otra acera. Sin grandes conocimientos futbolísticos y con gran fidelidad a Florentino Pérez, Inda ha levantado a un diario mucho más de lo que ya estaba. Volcado con Jaume Matas en su momento y carente de una marcada habilidad política convirtió al diario de los Barceló en un símbolo en la lucha contra UM. Ahora se enfrenta a un reto hasta ahora imposible para Veo7. Superar a El gato al agua de Intereconomía ha brotado como casi una obsesión para Pedrojota, que ha confiado en la controversia que genera el navarro para llegar a la cabeza de las tertulias. Quizá su primer trabajo pase por convertir un plató oscuro y un programa con un ritmo demasiado lento para la televisión en uno más vigoroso y alegre. Carácter para ello no le va a faltar, pues en su presentación el pasado lunes no le tembló el pulso para cortar al mismísimo Pedrojota en varias ocasiones, en pleno directo. Apuntan que el éxito de El gato al agua se debe a que a la gente "no le gusta lo que dicen", pero sí les gusta "que se diga". En este aspecto Inda se ha revelado como un especialista, sin admitir comparación posible con Buruaga o Miralles.