Sin duda alguna el contenido más sustancioso de la apocalíptica reunión del consejo de administración del Mallorca, y en palabras del presidente Cladera, ha sido la proclama de sincera lealtad por parte del director general Pedro Terrasa al proyecto del pobler. No es exagerado pensar que la transcripción del acta de dicha junta puede suponer un hito documental casi al mismo nivel que el acta fundacional del Alfonso XIII que se exhibe en las vitrinas de la Sala VIP del estadio de Son Moix. No falta quien, consciente de esta importancia, ya sugiere que sea expuesta al público (previa exoneración del sigilo societario). Todos guardamos en nuestra retina el juramento de lealtad en la toma de posesión del presidente Obama (por cierto, con algún error presa de los nervios). Son situaciones que marcan la historia, así será recordado este juramento de fidelidad de Terrasa en presencia del resto de consejeros y bendecido por los administradores concursales, ya sólo falta conocer la identidad de quien debió replicar aquello de "si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no que os lo demande". Eso si, a Dios gracias que ya se han superado los crueles castigos de la época medieval cuando se quebraba la fidelidad prometida.
