MARIA JUAN. Día de la madre, día del padre, día de los enamorados. Cuántos días de celebración a voluntad. Esto está bien, porque va a gusto del consumidor. Cada uno en su casa celebra su día de favorito.
Después sumamos a estas efemérides los días Internacionales del cáncer, de la libertad de prensa, de la mujer, de la infancia, de la leche materna, del medio ambiente, etc, etc. Éstos me molestan.
Porque son necesarios me molestan. No hay derecho.
¿Hacen falta días internacionales para defender la libertad de prensa, cuando según la última encuesta de Periodistas Sin Fronteras mueren bloggers y profesionales de la información por hacer su trabajo?
¿Necesitamos un día Internacional de la Infancia para dormir tranquilos después de saber que mueren niños en infames guerras, y mueren de hambre, y por enfermedades que nuestros hijos no tendrán jamás, y son explotados laboral y sexualmente?
No puedo seguir.
Días Internacionales para recordar y defender principios, necesidades y derechos que nuestro ADN debería reconocer sin más.
Marcaremos a partir de ya, en negro, en nuestro calendario, para conmemorar otro día, aquél en que eliminaron la dirección general de cultura. El día balear de la no cultura.
Pretenden que la pobre cultura no signifique ya libertad, ni información, ni formación, ni futuro, ni nada.
Somos muchos los profesionales que trabajamos en cultura que seguiremos enarbolando la bandera para todos, y seguiremos sirviendo a los ciudadanos que buscan información para tener opinión. Queremos ser libres para pensar en futuro.
Aún y con todo ese réquiem que muchos entonamos por ella, algunos políticos hay, a los que les dan el área de cultura y la defienden y trabajan para levantarla.
Hoy no es el día internacional de la ciencia ficción.