Hay que ser agradecidos. Conviene reconocerle al “Chori” Castro su colaboración y solidaridad con el club, su humildad deportiva, su capacidad para aceptar el sacrificio de dejar el Mallorca porque el Mallorca necesita dinero. Si por el fuera, aquí colgaría las botas, pero tiene que anteponer a sus intereses deportivos y económicos los intereses del club. Se agradece, pero se agradecería más que callara, que revelara todos los detalles de su fichaje frustrado el pasado verano, que dijera cuáles son sus verdaderas aspiraciones, que explicara a toda la afición por qué, con tanto cariño a estos colores y tanta capacidad de sacrificio, se ha pasado una temporada en blanco. Mejor que se explique porque hay quien cree que su actitud de pasar desapercibido en el campo, de su baja forma, de su mediocre contribución al juego colectivo ha sido fruto de su cabreo por no estar jugando en otro equipo de mayor altura. Es que los hay malpensados. Y los hay que dicen que si estás aquí y eres un profesional con proyección deberías estar en forma, involucrarte más, volver al nivel excelente que demostraste la temporada pasada, contribuir a que este equipo de tus amores mantenga la categoría, demostrar a tu próximo equipo que eres un jugador en el que se puede confiar. Y luego, sacrifícate por la economía del Mallorca. Y no es que no te quiera la afición, es que espera de ti que des en lo que queda algo de lo que distes antes. Si eres generoso con el club, intenta ser también un poco generoso con la afición. No acabes la temporada en blanco. Sería una despedida de mal gusto.
