Desde Podem Illes Balears se aboga por el establecimiento de nuevos impuestos que ahora, para intentar maquillar un incremento de la presión fiscal, se adjetivan como “impuestos verdes” que pagarían los turistas. Esta burda manipulación del lenguaje no logra camuflar lo que hay de verdad en esta propuesta de la formación morada: más impuestos y más caros, porque desde Podem también se pide un incremento de la ‘ecotasa’.
No ha de olvidarse de qué modo tan grosero Podem ha cambiado de posición con respecto al impuesto sobre pernoctaciones, en lo que ha definirse como una estafa colosal a la ciudadanía. Los adalides de la “nueva política”, tan pronto como se conoció el primer borrador del impuesto, manifestaron su oposición y su imposibilidad de apoyarla si también habían de pagarlo los residentes. Meses más tarde lo apoyaron, faltando a su palabra y no contentos con eso, ahora exigen un incremento notable del tributo que, por supuesto, también pagan los residentes.
Saben que esos impuestos los acabará pagando todo el mundo, tanto visitantes como residentes, como sucede con la ‘ecotasa’
En una vuelta de tuerca más, plantean nuevas figuran impositivas que llaman “medioambientales” y que supuestamente solo abonarían los turistas. Pero es un fraude más que ha de denunciarse en voz alta, porque saben perfectamente que esos impuestos los acabará pagando todo el mundo, tanto visitantes como residentes, como sucede con la ‘ecotasa’.
El vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, defiende que será a partir del verano, cuando se comiencen a elaborar los presupuestos de la Comunidad Autónoma, el momento de analizar si hay que hacer retoques en la cuantía de la ‘ecotasa’, pero resulta toda una desvergüenza pretender reforzar la extorsión al sector turístico legal y reglado, mientras todo el sector del alquiler turístico fuera de ordenación continúa sin pagarlo y al margen de la Ley.
Todo esto dibuja un panorama sombrío y siniestro, por parte de un Ejecutivo determinado a causar el mayor daño posible al sector turístico legal y a la industria hotelera en particular, mientras la gran bolsa de oferta opaca y en negro, la del alquiler vacacional, causante de los graves problemas de acceso a la vivienda y de sobresaturación del mercado, queda protegida y a salvo.