Llegan las prisas. Entradas a tres euros para que vaya más gente al campo y arrope a un equipo que puede entrar en fase agónica si no consigue algo positivo frente al Getafe. Lo ha dicho Martí: “No nos podemos dormir”. El mismo que considera que la del Mallorca ha sido una temporada cuasi fantástica. No es cosa de dormirse, es cuestión de despertarse y enfrentarse a la cruda realidad: el equipo tiene que luchar para no bajar a Segunda. Ya no valen excesos de de confianza, complacencias en el potencial de la plantilla, quimeras de jugar en Europa. Ahora lo que vale es concentración, responsabilidad, compromiso, generosidad y un par para no dar un balón por perdido. Todavía es pronto para la épica, pero cuanto antes se consigan tres puntos mejor para todos porque el tiempo y las oportunidades se acaban. El club empieza a tocar a rebato porque una derrota contra el Getafe puede ser un incendio. Y mejor ir de frente y en positivo que nada está perdido y hay muchas cosas por ganar, fundamentalmente la tranquilidad. Es la hora de la profesionalidad. Es la hora del apoyo del aficionado. Es la hora de la verdad.
