Una conocida publicación española nos presenta la cara menos conocida del campeón del mundo de MotoGP. Conocemos al hombre que cuenta con un peluquero especialista en neurolingüística y una casa oculta en la montaña.
Jorge Lorenzo protagoniza la portada del mes de diciembre de la edición patria de 'Vanity Fair'. El reciente campeón abre las puertas de su casa en la costa barcelonesa -una magnífica construcción blanca de tres plantas cuyas paredes son inmensas superficies de cristal- y de su corazón a la citada publicación.
En el interior de 'Vanity Fair', descubrimos con sorpresa, la inesperada madurez de Jorge Lorenzo, a lo largo de la magnífica entrevista que podemos encontrar en el interior de la revista.
El deportista mallorquín ha dejado atrás a ese chiquillo "impetuoso, petulante e incluso muchas veces bocazas por el que mucha gente aún lo conoce".
Y es que Jorge Lorenzo ha "aprendido a perder", o al menos eso es lo que asegura en la entrevista que acompaña a un fantástico reportaje fotográfico.
"Uno comprende que no siempre se puede ganar y lo acepta pensando en que llegará una nueva victoria. También he aprendido a tener paciencia," afirma Lorenzo.
