La imagen habla por si sola. Esto es la postal que ven los turistas que visitan cada día el puerto de Paguera: Una valla oxidada sin ninguna función aparente y que representa un peligro para la salud de todo aquel que decida acercarse hasta el lugar.
Captar el turismo de calidad se ha convertido en una necesidad de primer orden para la economía de Mallorca, pero para ello primero hay que ofrecer una imagen mucho más seria de lo que decida la imagen.