Tras el comunicado de prensa donde los promotores del Casino Teatro Balear amenazaban con denunciar penalmente al concejal de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna de Palma, Antoni Noguera, este ha esgrimido que la licencia fue denegada por el anterior gobierno municipal del Partido Popular, en un claro intento de echar balones fuera y traspasar la culpa a otros responsables políticos que ya no tienen responsabilidad de gestión, al contrario de lo que le sucede a él.
Fue Noguera quien negó en el Consejo de Gerencia de Urbanismo la existencia de un informe
El futuro alcalde de Palma sostuvo que la cuestión se resolverá en los juzgados, aunque cuando lo dijo él seguramente estuviera pensando en los de lo contencioso-administrativo y al saber que quizás el asunto acabe en el orden penal, pretende responsabilizar a los anteriores gobernantes de todo el embrollo. Pero lo cierto es que fue Noguera quien negó en el Consejo de Gerencia de Urbanismo la existencia de un informe del Servicio de Tramitación Administrativa favorable al expediente de licencia de obras, cosa que se ha revelado inveraz.
Noguera tiene unas competencias que ejercer y no parece que lo más apropiado sea encomendarse a los tribunales, porque ello es síntoma de prepotencia. De alguna manera se viene a decir que arbitrariamente se deniegan unos permisos y que sean los tribunales quienes den o quiten la razón, muy posiblemente cuando él ya ni siquiera esté en política, a la vista de la lentitud de la Justicia. Pero habría que pensar en el perjuicio que se ocasiona a los promotores del casino, que ganaron un concurso del Govern, y también -y no menos importante- a los trabajadores que se formaron para ocupar un puesto de trabajo y ahora no pueden desarrollarlo por trabas políticas a un proyecto que, según se comprueba, cuenta con informes técnicos favorables.
