"Nadie en su sano juicio puede pensar que el FC Barcelona va a encajar una tercera derrota consecutiva en casa, ante otro rival de la parte baja de la tabla". Un rival de la parte baja de la tabla que, en este caso, es el Real Mallorca. Así se expresaba un aficionado bermellón tras certificarse, a última hora de este domingo, el triunfo del Rayo en el Camp Nou (0-1). Unos días antes, el Cádiz, rival directísmo de los mallorquinistas en la lucha por evitar el descenso, había logrado la misma gesta, y por idéntico resultado.
¿Será el Real Mallorca el siguiente en sumar los tres puntos de su visita al feudo barcelonista? Muchos seguidores 'barralets', como el que apuntábamos anteriormente, consideran que eso es del todo impensable. Cabe tener presente que el conjunto entrenado por Xavi Hernández ha perdido no solo sus dos últimos compromisos como local en Liga, sino también el que disputó en la Europa League frente al Eintracht de Frankfurt (2-3), que difuminó definitivamente cualquier aspiración de título del equipo de la Ciudad Condal en la presente temporada.
Si los jugadores que prepara Javier Aguirre también se impusieran al FC Barcelona, serían ya cuatro traspiés sucesivos, uno detrás de otro. Una parte mayoritaria de la parroquia bermellona descarta que esto pueda ser factible, pero, más allá de las sensaciones, nadie puede darlo por imposible. En el fútbol nada es definitivo hasta que el árbitro señala el final de la contienda y, por otra parte, tras el espectacular 0-4 en el Bernabéu, los blaugranas han entrado en una dinámica de juego y resultados tan horrible como inesperada.
Sea como sea, si la victoria cadista ante el FC Barcelona resultó letal para los intereses mallorquinistas, no puede decirse esto mismo del triunfo del Rayo. Es cierto que los vallecanos habían entrado en una espiral descendente que les había situado cerca de las posiciones de descenso, después de una primera vuelta prácticamente intachable, y que, como diría un conocido líder político, se le estaba poniendo cara de Segunda. Ahora, en cambio, con los tres puntos en el Camp Nou, el Rayo tiene asegurada virtualmente la continuidad en la categoría y su posición resulta ya inalcanzable para el Real Mallorca. Sin embargo, precisamente por esta razón, los bermellones recibirán a los madrileños en la penúltima jornada del campeonato, con la ventaja de saber que su rival saltará al campo sin ningún tipo de presión.
De hecho, hoy por hoy, las previsiones en cuanto al descenso parecen claras. Levante y Deportivo Alavés tienen todos los números del sorteo para jugar en Segunda División la próxima campaña. A pesar de la meritoria y apreciable mejora experimentada por los valencianos, todo indica que la Liga se les quedará corta para acometer el milagro de la salvación. En cuanto a los vitorianos, la estocada mortal de su reciente derrota en Son Moix (2-1) se antoja una losa demasiado pesada como para que el nuevo cuerpo técnico, del que forma parte el veterano entrenador felanitxer Jaume Mut, pueda salvar al equipo del precipicio.
Así pues, si se da por cierto que dos de las plazas de descenso están ya oficiosamente adjudicadas (Levante y Alavés), quedaría por dilucidar a quién le corresponderá el tercer pasaporte al infierno, y, salvo que los acontecimientos experimenten un vuelco de 180 grados, las apuestas son casi unánimes: Granada, Cadiz y Real Mallorca. Uno de estos tres equipos descendará a Segunda División.
Ciertamente, hay rivales que todavía no pueden considerarse completamente salvados de cualquier contingencia adversa, como Getafe y Elche, pero muy mal les tendrían que ir las cosas para acabar con sus huesos en la Liga SmartBank. Los madrileños cuentan con cinco puntos de margen sobre el descenso, que marca el Granada, con 30, y a los ilicitanos sus dos triunfos consecutivos ante Real Mallorca (3-0) y Real Betis (0-1) les han puesto la salvación en bandeja de plata. Tanto es así que ocho puntos separan al Elche del Granada, es decir, de la primera posición que conduce al pozo de Segunda.
En consecuencia, si la ruleta rusa pasa por Granada, Cadiz y Real Mallorca, el calendario de este final de temporada se constituye en un factor crucial a la hora de efectuar predicciones. Centrándonos en el cuadro balear, su mejor carta es que, tal como ocurrió frente al Deportivo Alavés, tiene la oportunidad de sentenciar al Granada si le vence el próximo sábado 7 de mayo, en Son Moix, mientras que el duelo ante el Rayo podría convertirse en un terreno bastante allanado tras el triunfo vallecano en el Camp Nou que, prácticamente, blinda la continuidad en Primera del conjunto de Iraola. En cambio, fuera de casa, el equipo de Aguirre ha de rendir dos visitas sumamente complicadas, FC Barcelona y Sevilla, y otra, aparentemente más asequible, Osasuna, la última jornada de Liga.
Si la lógica se impone, los bermellones podrían confiar en el duelo de El Sadar, ante un conjunto navarro que ya no aspira a nada, ni por abajo ni por arriba, esta temporada, para añadir a su casillero los puntos necesarios para asegurar la salvación, dando por casi seguras las previsibles derrobas en el Camp Nou y el Sánchez Pizjuán.
Ahora bien, para que estas matemáticas cristalicen, será necesario que el Real Mallorca no deje escapar ni un punto más de su estadio y se imponga a Granada y Rayo Vallecano. Si lo logra, incluso un empate en El Sadar, podría salvarle el cuello. En cualquier caso, todo son simples conjeturas, porque la suerte mallorquinista depende en gran medida también de los resultados de sus adversarios directos, en un tramo final de campeonato que, como es tradicional, arrojará marcadores extraños e inesperados. Como las victorias de Cádiz y Rayo en Barcelona, sin ir más lejos.
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