Los marroquíes fugados de un avión en Palma y que han sido detenidos este martes por la noche en Sa Pobla carecían de infraestructura en la isla y han podido trasladarse, moverse y permanecer ocultos hasta ahora gracias a la ayuda "puntual" de algún o algunos compatriotas. La cuestión que se investiga ahora es si esa ayuda fue totalmente altruísta o si por lo contrario, cobraron. Es lo que sostienen los investigadores de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se encargan de la búsqueda de los pasajeros fugados. Aún quedan siete por arrestar y se les da a todos en Mallorca.
La Policía Nacional y la Guardia Civil, en un operativo conjunto, han detenido a cuatro jóvenes marroquíes de 20, 23, 24 y 31 años que se habían fugado a la carrera del avión que aterrizó en Palma tras una falsa urgencia sanitaria.
Hasta este martes permanecían desaparecidos aunque los investigadores tenían claro que se encontraban en la isla -a diferencia de los dos que consiguieron escapar en ferry a Barcelona en las primeras horas tras el incidente- y concretamente, en Sa Pobla, muncipio con alta densidad de población magrebí.
Además, los agentes de la UCRIF y de la Benemérita sostienen que los individuos carecían de infraestructura en Mallorca pero han sido ayudados de manera "puntual" por uno o más compatriotas que les habrían facilitado techo y comida. Lo que se intenta aclarar ahora es si estas personas actuaron de forma totalmente desinteresada o si por el contrario, cobraron por los servicios.
Tras el incidente el pasado 5 noviembre, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pusieron en marcha un operativo para dar con el contingente desaparecido. Se sabía que dos habían logrado salir de la isla en ferry rumbo a Barcelona -aprovechando las primeras horas de caos y falta de información- y que otros doce sí habían sido interceptados y arrestados a las pocas horas en distintos puntos de Palma y Marratxí.
Para todos los interceptados, la Justicia ha dictado prisión provisional sin fianza. Por una parte, para la primera tande de detenidos, una jueza de Palma ordenó cárcel por dos delitos de sedición, otro de favorecimiento de la inmigración ilegal y otro de coacciones.
En su auto, la magistrada recogió que los miembros de la tripulación no cerraron las puertas del avión de Air Arabia Maroc, pese a las recomendaciones de los responsables de coordinación, por temor a ser agredidos por los pasajeros que participaron en el motín.
El comandante de la aeronave destacó en su declaración el “caos” y la “agresividad” vivida en el avión, tanto que los miembros de la tripulación sufrieron empujones y una de las azafatas tuvo que ser asistida por las lesiones causadas.
Pese a las órdenes del comandante de permanecer tranquilos a la espera de la toma de decisiones, indicó la jueza, hubo “una desobediencia clara” por parte de algunos de los pasajeros y que se produjeron agresiones a la tripulación antes de la huida a través de las pistas que obligó a suspender las operaciones en el aeropuerto por motivos de seguridad.
Por otro lado, los cuatro detenidos en esta segunda fase en Sa Pobla también han ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza tras pasar ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Inca, en funciones de guardia, que a partir de ahora se inhibirá al Juzgado de Instrucción número 6 de Palma que es el que instruye la causa.
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