Quejas de usuarios por las ventanas cerradas en autobuses: "Tengo miedo al contagio"

Lavado de manos, distancia interpersonal y mascarilla. Desde que estalló la pandemia, ese es el mantra que gobiernos e instituciones sanitarias -empezando por la OMS- han repetido hasta la saciedad para prevenir del contagio de coronavirus.

Nada se mencionó durante los primeros meses de la transmisión del virus a través de aerosoles, gotículas muy pequeñas que permanecen durante horas flotando en el aire. Hasta que un grupo de 239 científicos de medio mundo abrió la veda el pasado mes de alertando por carta a la OMS y desde entonces, investigadores nacionales e internacionales insisten día sí, día también -la OMS sigue resistiéndose- en la necesidad de prevenir a la población del riesgo de contagio en espacios cerrados con mala ventilación.

De ahí que el transporte público se convierta en uno de los puntos calientes de las quejas de usuarios: dimensiones pequeñas, alto número de usuarios - muchos de ellos con la mascarilla mal colocada o peor aún: inservible- y sistemas de ventilación mecánica cuestionables.

EMT Y TIB RECOMIENDAN CIRCULAR CON LAS VENTANILLAS BAJADAS... PERO NO SIEMPRE SE CUMPLE

En Mallorca, tanto el servicio de Metro como de autobús han recibido críticas por las constantes aglomeraciones -en el caso del primero- y la ausencia de ventanas abiertas para una correcta y constante aireación del interior, en el caso del transporte por carretera.

Desde la EMT señalan a mallorcadiario.com que hay orden clara de la dirección de la empresa a los conductores de mantener siempre las ventanillas abiertas -no sólo la de los chóferes sino al menos dos del vehículo- y que que, de hecho, se han colocado pegatinas en el interior para recordar esta cuestión a los usuarios.

Por su parte, los conductores de los autobuses TIB del Consorci de Mallorca han recibido la misma directriz aunque no siempre se cumple: el sistema de climatización propio, dicen, depura el aire correctamente. En este sentido, cabe destacar que algunos vehículos de la empresa carecen de ventanas batientes y por tanto, sí resulta imposible abrir vías de circulación de aire laterales- pero todos disponen de salidas de emergencia en la parte superior que, mediante una ligera apertura, permiten generar una corriente cuando el autobús está en movimiento.

"Me da miedo subirme a un autobús con tanta gente y ventanas cerradas durante un trayecto largo", afirma un lector de mallorcadiario.com que diariamente cubre el trayecto Campos-Palma en la línea 502 y que hace llegar las imágenes de la noticia. "Nos repiten todos los días que debemos evitar lugares cerrados, mal ventilados y ellos no aseguran espacios seguros en el transporte público. Con lo fácil que es abrir dos ventanas", agrega.

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