El conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, junto con el de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, han explicado que esta suspensión de reservas da un "marco de seguridad" y un "margen de maniobras" para poder culminar con las negociaciones de regulación. Mir ha destacado que es la primera comunidad del Estado que aplica una medida de estas características.
Negueruela ha recordado que desde que comenzó la legislatura, en julio del año pasado, se están manteniendo encuentros "al más alto nivel" y de manera coordinada entre ambas conselleries, el Ayuntamiento de Palma y la APB con la Asociación Internacional de líneas de cruceros, CLIA. El Govern pretende tener una primera propuesta en los próximos meses.
En esta línea, el conseller de Turismo se ha mostrado seguro de "alcanzar un acuerdo con las navieras", ya que tienen "buena predisposición" y ha recordado que se trata de una medida orientada a "proteger a el principal sector de Baleares y lograr un turismo más sostenible".
Más concretamente, esta solicitud pretende "lograr un escalonamiento efectivo y real" en el puerto de Palma, donde se circunscribe únicamente, para conseguir dicho modelo económico sostenible.
Por su parte, Mir ha añadido que "en un contexto de emergencia climática y en un territorio especialmente vulnerable como Baleares, el Govern ha tomado "varias medidas ambientales de manera transversal y una de ellas es la de solicitar a la APB esta moratoria".
CLIA: "NO ES EL MOMENTO DE GENERAR MÁS INCERTIDUMBRE"
Estas declaraciones de los responsables del Govern balear han sido constestadas por el director nacional de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA)- Alfredo Serrano, que ha señalado a este respecto que “no es momento de generar más incertidumbres en el sector turístico. En la feria de Hamburgo, hace ya unos meses, empezamos unas conversaciones que esperamos que sigan avanzando y culminen en un acuerdo positivo para todas las partes”.
Alfredo Serrano ha subrayado la importancia de que el sector de los cruceros “perciba un escenario de certidumbre para poder avanzar en su planificación. Trabajamos
con un plazo de anticipación de dos años y no atender las solicitudes de reserva afectaría al trabajo de las compañías y además tendría un efecto negativo en el
impacto económico y también en el mercado laboral de las Islas, especialmente en el actual entorno de desaceleración económica”.
Cabe recordar que el último estudio realizado por la Autoritat Portuària de Balears (APB) en 2015, con la Universitat de les Illes Balears y la Cámara de Comercio, constataba que el impacto económico de la actividad de cruceros en Palma es de 224 millones de euros.
De esta cantidad global, el 39,44 % fue a parar al pequeño, mediano y gran comercio, mientras que el 12,54 % y 12,46 % benefició a la oferta de alojamiento (hoteles) y transporte (taxis y autobuses de transporte regular y discrecional), respectivamente. La escala de un sólo crucero en el puerto de Palma genera más de 325.000 euros de ingresos.
Finalmente, Serrano ha indicado que “todos nuestros esfuerzos, y entendemos que los del Govern también, están puestos en encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes. Desde CLIA hemos demostrado en reiteradas ocasiones nuestra voluntad de diálogo porque queremos que el turismo de cruceros sea sostenible
y una experiencia positiva tanto para los propios cruceristas como para los residentes de los destinos que visitamos”.