Seguir con la austeridad y el ajuste sin darle una oportunidad al estímulo y al crecimiento que permitan acabar con la precariedad, no hace más que retrasar la salida de la crisis; para lo único que este “austericidio” sirve es para salir de la recesión a costa de una gran parte de la ciudadanía a la que condenan al empobrecimiento sin límite. Otra vuelta de tuerca más, en este caso a las pensiones, aplicando el llamado factor de sostenibilidad, derivado de la aplicación de la reforma anterior llevada a término por el Gobierno socialista y con el visto bueno de CEOE, CEPYME, UGT y CC.OO, que incrementó en dos años la edad de jubilación hasta los 67 años, al igual que ahora nos hablan de la sostenibilidad del sistema de pensiones. El Gobierno actual vuelve a engañar a los mayores que se empeñan en seguir ayudando a sus familias para aminorar el impacto de la crisis, estirando sus pensiones, de las más bajas de Europa para, en muchos casos, combatir el desempleo de sus hijos o evitar que sus nietos lleguen a la malnutrición. Hacer que las pensiones no crezcan en armonía con el IPC, se ponga como se ponga el Comité de “expertos” y el Gobierno del PP, es empobrecer a los actuales y futuros pensionistas, es volver a engañar una vez más a los mayores, es saltarse el espíritu del artículo 50 de la Constitución –Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad- ¿O es que la luz, el agua, los productos de primera necesidad crecerán menos que el IPC? El principal factor de sostenibilidad de las pensiones en estos momentos debería ser la creación de empleo, y para crear empleo es necesario acabar con las políticas de recorte y austeridad: por tanto, este Gobierno a lo que debería dedicar todos sus esfuerzos es a remediar el desempleo.
