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La apuesta por las energías limpias debe consensuarse

sábado 17 de febrero de 2018, 00:00h

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El Govern lleva meses trabajando en el borrador de lo que será la futura Ley de Cambio Climático de Balears. La norma pretende cumplir con los objetivos marcados en los Acuerdos de París, especialmente por lo que se refiere a las emisiones de dióxido de carbono que se producen por la combustión de carbón y derivados del petroleo. El borrador del Govern prevé el final de estas emisiones en el horizonte del año 2050. Para ello se piensa impulsar el uso del vehículo eléctrico, erradicar el uso del gasoil como energía doméstica en zonas rurales o potenciar la instalación de parques solares.

La noticia ha saltado fuera de las islas cuando este jueves se ha adelantado que el texto prevé el final de los vehículos diesel en el año 2025 y el de los de gasolina en el 2035. No afectará a los ya matriculados, pero ni se podrán vender ni se aceptará que entren desde fuera, inluidos los rent a car y los traídos por turistas. Para completar los 500 puntos de recarga rápida previstos para abastecer el parque de vehículos eléctricos habrá que invertir diez millones de euros.

En este empeño de acabar con las energías procedentes de los combustibles fósiles y, en su lugar, promover el uso de energías renovables, el borrador del Govern prevé también la instalación de parques de placas solares en aparcamientos y tejados de grandes superficies y polígonos industriales. Para dotar los nuevos equipamientos de placas solares habrá que realizar monumentales instalaciones que, solo en un polígono como el de Son Castelló equivaldrían a una superficie de casi 50 campos de fútbol.

El Govern ha lanzado las grandes líneas del proyecto y toca ahora esperar las reacciones. Los datos conocidos de lo que, de momento, no es más que un borrador han suscitado opiniones de lo más diversas, aunque sobre todo han provocado muchas dudas. Las bondades del vehículo eléctrico siguen chocando con su precio de venta, los habitantes de zonas rurales deberán acometer inversiones para abastecer sus casas de energías limpias, las propias administraciones deberán renovar sus propios parques de vehículos, incluidos autobuses...

En sus siguientes pasos, los legisladores deberán aclarar muchos aspectos y alcanzar los mayores consensos, incluida la adecuación de lo que aquí se apruebe con las normativas estatales y europeas, sin descartar la ayuda económica directa para la implementación de todos estos planes. Aunque sea un mínima parte lo que Balears puede aportar al clima del planeta, debería valer la pena.