Los taxistas, en general, son impopulares. Se les percibe como unos proteccionistas que impiden el libre mercado e imponen sus elevados precios y prácticas abusivas (ciertos suplementos sobretodo) a base de la reivindicación dura e intransigente de su monopolio. Plataformas como Uber o Cabify resultan más simpáticas por su versatilidad y precios asequibles.
Pues vamos a ser francos. Si no queremos que los taxistas luchen por sus derechos, hay que abolir el sistema de concesión pública de licencias y que cada uno campe a sus anchas. Me resulta del todo lógico y razonable que aquel que se ha tenido que hipotecarse hasta las cejas para pagar la transmisión de una licencia, luego se queje por la presencia de quien ejerce una actividad sujeta a tal concesión de manera pirata, es decir, ilegal. Cualquiera de nosotros, si estuviéramos en la situación de un taxista, se quejaría de igual modo.
Una liberalización total del sector sin ningún tipo de control -que es lo que lleva en consecuencia un desplome de precios- tampoco puede que sea lo más óptimo. Los taxistas, no sólo obtienen una licencia de taxi, también se han tenido que sacar un carnet de conducir a propósito, y su vehículo está sujeto a un régimen de inspección técnica de vehículos mucho más severo que el de los utilitarios de uso privado. Por otra parte, el seguro obligatorio de vehículo es mucho más elevado.
Dar puerta a que todo tipo de coche y persona ejerza el servicio de transporte por precio es también saltarse unos controles que al fin y al cabo generan seguridad. Las probabilidades de incidencias aumentan exponencialmente cuando no se han pasado los controles administrativos antes expuestos. Ir con un vehículo que justito ha pasado la ITV ordinaria, con un conductor que sabe conducir tanto como Farruquito y que tiene un seguro de mínimos, es tener muchos números de una lotería llamada accidente y graves problemas con la reclamación.
Como se dice en mallorquín “No es pot tenir estopa i cul calent” por lo que hay que tener claro lo que supondría una liberalización del sector del taxi. Hemos de ser consecuentes.