Nos esperan unos días sencillamente apasionantes en esta penúltima semana del año 2017. Toda una montaña rusa de emociones de lo más variopinto. Por una parte, hoy se están celebrando las tan esperadas y nunca tan especialmente convocadas elecciones al Parlament de Catalunya. Ahí es nada. Todo lo que ha venido ocurriendo en esa maravillosa tierra desde 2012 desemboca concentrado a través de la aplicación del artículo 155 de nuestra Constitución; un último remedio cuya efectividad nadie quería comprobar pero a la que se tuvo que recurrir dada la huída hacia delante, motivada por las insostenibles presiones internas del independentismo más recalcitrante, del por aquel entonces President de la Generalitat, Carles Puigdemont. Lo que deberían haber sido unas elecciones al Parlament convocadas por el President de un Govern que contemplaba una situación crítica que no dejaba otra vía constitucional posible, ha acabado con Consellers encarcelados y un ex President huido, porque en su delirio, decidieron que con ellos no iba eso del Estado de Derecho. Y a estas alturas, lo cierto es que solo deseo que el día transcurra envuelto en la más absoluta normalidad y que, pase lo que pase, seamos capaces de gestionar de manera correcta los resultados.
Pero eso no es todo. Mañana llega la Lotería de Navidad, que parece dar inicio oficial a las Fiestas. Día mágico para muchos, anodino para otros, en que unos pocos números iluminarán las ilusiones de muchas personas. He leído que para los matemáticos los juegos de azar no son más que una vía voluntaria de pagar impuestos por parte de aquellos que no saben de matemáticas. Es posible…pero ya me dirás quién a estas alturas no tiene algún que otro décimo, por si acaso.
Y por si fuera poco, este sábado tendrá lugar la enésima reedición del clásico de nuestro fútbol. Estamos ante un fenómeno de masas que resulta seguido hasta por los poco o nada apasionados con el deporte del balón. En cualquier caso, una buena oportunidad para reunirse con amigos y familia y disfrutar sufriendo noventa minutos de pura diversión. En este terreno, tengo muy claro que mi corazón blaugrana desea una nueva victoria del mejor jugador de la historia de este deporte, un tal Leo Messi, y los suyos, en el Bernabéu. No será fácil; nunca lo es. Veremos qué pasa.
¡Ah! Y cuando parece que ya nada puede superar lo hasta ahora anunciado, como colofón final, recordemos que el domingo es Nochebuena…y el lunes Navidad. Días que me gusta disfrutar en familia, en torno a una mesa, gozando con cada uno de los platos que preparan desde la tradición, sus experiencias de vida, sus costumbres y sus recuerdos, mi suegra y mi madre. Menudas cocineras. Son, sencillamente, inigualables. Ponen toda su pasión, toda su memoria en cada receta y, lo que es más importante, todo su amor. Y es en esos momentos, al oler esos platos, al llevarme a la boca esa cucharada de sopa de galets, cuando pido que queden muchos días como esos por vivir, muchos chistes por contar, muchos brindis por hacer y muchas gracias que dar. Será buena señal.
No sé quién ganará hoy las elecciones al Parlament de Catalunya, no tengo ni idea del cuál habrá de ser del número premiado con el Gordo de Navidad y, obviamente, tampoco sé el resultado del clásico. Pero lo que sí sé es que me gustaría aprovechar estas últimas líneas para desearles a todos ustedes, de todo corazón, unas muy Felices Fiestas. Feliz Navidad y Feliz año 2018.