De 49 a 33 y, seguramente todavía sobran. No es pucherazo, como errónea y gravemente lo ha calificado la oposición, sino un ejercicio de contención económica y de cercanía que demandan cada día más los ciudadanos de a pie . Si un partido emergente como Podemos, con su discurso radical y populista de izquierdas, propusiera a través de sus mediáticos líderes que se redujera el número de políticos y se les exigiera una mayor dedicación seguramente todos aplaudiria la medida incluso se tacharía de una propuesta realista en tiempos de crisis. El problema no es pues que en Castilla- La Mancha las Cortes hayan dado el visto bueno a la reducción del número de parlamentarios, ni tampoco lo es que a partir de la próxima legislatura cada provincia tenga tres escaños fijos y los restantes se distribuyan en función de la población , lo que evidencia un estricto sentido de proporcionalidad. El problema es que lo ha propuesto un partido de derechas en una autonomía donde siempre ha gobernado la izquierda y eso para algunos es imperdonable.No hay mayor ciego que quien no quiere ver, y que el PSOE haya tachado la medida de " pucherazo electoral" y afirmado, como todo argumento, que lo que quiere el PP es sacar provecho partidista y llevarse al agua su molino es una crítica demasiado simple para un tema de esta enjundia. Es falso ,totalmente falso que menos diputados signifique menos democracia, lo que significa son menos sueldos y mayor esfuerzo por parte de algunos .
Como la oposición va a presentar una demanda ante el Consitucional, será el alto tribunal quien tenga la última palabra, pero varios catedráticos expertos en la materia ya han argumentado jurídicamente, que la medida no lesiona los principios de la Carta Magna. Según han dicho, la nueva norma no tiene parámetros discriminatorios, no altera la ley D' hont, dificulta que un partido obtenga más escaños con menos votos y aunque es cierto que, en parte, perjudica que fuerzas con apoyos muy minoritarios obtengan escaños, no lo hace menos que para elección de Diputados en el Congreso nacional y nadie ha plantado , por eso, un recurso de inconstitucionalidad.
Sea como fuere , es evidente que los intereses de los ciudadanos no están mejor representados porque haya más diputados, ni su reducción resiente lo más mínimo la democracia. Es una medida ejemplarizante en los tiempos que corren, donde los ciudadanos piden a gritos austeridad y esfuerzo a unos políticos demasiado acostumbrados a la placidez del cargo y que desconocen el frío que hace fuera de las instituciones y lo duro que puede llegar a ser buscarse la vida cuando no hay ni trabajo ni dinero. Tiene que haber menos políticos trabajando más, tienen que predicar con el ejemplo y se deben aplicar muchos más controles y medidas de regeneración democrática sobre los que viven de la cosa pública. No basta con que las urnas den la bendición a un grupo de elegidos una vez cada cuatro años. El escaño y el cargo deberían ganárselo día a día y por eso resulta tan llamativo que una medida como la reducción de diputados no haya recibido el aplauso de todos .