Invertir en los mercados financieros se ha convertido en una práctica al alcance de cualquiera gracias al uso de la red derivado de la revolución tecnológica y digital. Pero que todo el mundo pueda participar de estas acciones, no significa que para ejercer su actividad no se necesiten unas directrices adecuadas y unas ciertas capacidades. Esto es debido a que los mercados financieros son maleables, es decir, están en constante cambio, por lo que la agilidad y la facilidad adaptativa van a ser requisitos imprescindibles para operar en ellos.
Los mercados de trading han facilitado la participación de un número más elevado de usuarios o traders, como se conoce a aquellos profesionales que realizan una actividad de compra de instrumentos financieros en el mercado bursátil, como bonos o acciones. El objetivo del trading es obtener unos beneficios por medio tanto de la compra de activos financieros que luego se pretenden vender más caros como de la venta de un valor que posteriormente se quiere comprar más barato.
Además, como era de esperar, la ejecución del trading de manera online ha acelerado la velocidad de las operaciones y ha ampliado la lista de quienes participan de estos negocios. Para ello, contar con el soporte y el asesoramiento de un broker es transcendental, sobretodo si se trata de aquellos brokers de registrados en la CNMV.
Las razones para elegir un broker regulado
Un broker es una persona o empresa que actúa como intermediaria en operaciones de compra y venta de valores financieros y de acciones que cotizan en bolsa, por lo que uno de sus servicios es facilitar instrumentos financieros a los clientes para que estos puedan desempeñar sus movimientos.
Aunque el nuevo escenario tecnológico haya democratizado las inversiones y haya permitido una mayor flexibilidad en la figura de los brokers, existen numerosas razones por los que es imprescindible contar con un broker regulado y registrado en la CNMV, es decir, la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Una de las principales razones para elegir un broker regulado y registrado a la hora de invertir en, por ejemplo, Forex, es que el hecho que se trate de un mercado muy descentralizado y desregulado hace que gozar de los servicios de un broker registrado permite cumplir las premisas de legalidad, seguridad y fiabilidad. De este modo, las operaciones bursátiles no van a sufrir una intranquilidad en la gestión fruto de los desbarajustes de los movimientos rápidos y descontrolados.
El hecho que un ente superior supervise la actividad del broker en cuestión hace que existan muchas más garantías a la hora de establecer la viabilidad de las operaciones, proporcionando además un alto nivel de confianza en su gestión. Además, como ente supervisor, la CNMV va a velar en todo momento para la seguridad de los fondos que a él se confieren además de seguir unas efectivas y obligatorias condiciones y pautas de transparencia.
Pero ¿cómo se elige un broker regulado? Por medio tanto de un organismo regulador, como de un organismo privado de regulación. En el primer caso, lo primero que hay que hacer es buscar el sello identificativo que demuestre que el broker está amparado por un ente regulador (como se ha dicho, en España es el CNMV). En segundo lugar, existen los organismos privados de regulación, en los que comúnmente se puede consultar el historial de sus profesionales para que cada persona escoja el perfil que más le guste.
Debido a su gran presencia en el mundo digital, hay que tener en cuenta una serie de aspectos para valorar los servicios que ofrece cada broker online. Por ejemplo, algunas de las variables en las que los traders pueden fijarse (además de la regulación legal ya comentada) son el tipo de oferta, las comisiones, los spreads, la plataforma en la que se lleva a cabo, la ejecución de las operaciones o los depósitos mínimos.
¿Qué es la CNMV?
Creada en 1988 y dependiente de la Secretaría de Estado de Economía del Gobierno de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores es el organismo encargado de la supervisión e inspección de los mercados de valores españoles y de la actividad de cuantos intervienen en los mismos.
SU objetivo radica en velar por la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores. Proyecta su acción sobre las sociedades que emiten u ofrecen valores par ser colocados de forma pública, sobre los mercados secundarios de valores y sobre las empresas que prestan servicios de inversión y las instituciones de inversión colectiva. Para poder desarrollar sus competencias, recibe una gran cantidad de información de todo aquel factor que intervenga en los mercados.