De momento es solo una propuesta, pero en función de la evolución del coronavirus podría convertirse en una realidad: uno de los puntos aprobados por el comité de salud laboral de la Empresa Municipal de Transporte de Palma (EMT), que se ha reunido este viernes, consiste en valorar la posibilidad de que los conductores de los autobuses urbanos dejen de aceptar el pago del billete mediante dinero en metálico. De esta manera, la única opción que le quedaría al usuario sería el abono del trayecto mediante tarjeta ciudadana. Los sindicatos que forman parte del comité de empresa de la EMT han participado en la reunión y han advertido que si las medidas destinadas a proteger al personal de la empresa municipal de la acción del coronavirus no se cumplen, están dispuestos a paralizar el servicio.
Los usuarios de los autobuses de la EMT podrían verse obligados a pagar los trayectos mediante la tarjeta ciudadana si finalmente sale adelante, en próximos días, la propuesta de que los conductores no acepten dinero en metálico procedente de los pasajeros. Esta es una de las medidas que ha analizado el comité de salud laboral de la empresa municipal y que forma parte de las actuaciones destinadas a proteger a los trabajadores de la EMT de las infecciones por coronavirus.
Las cinco organizaciones sindicales con representación en el comité de empresa han estado presentes en el encuentro y, posteriormente, han elaborado un comunicado conjunto en el que exponen diez medidas específicas adoptadas para prevenir el contagio del COVID 19 entre el personal de la EMT de Palma. Una de ellas, la número 4, expresa textualmente que "se estudiará en los próximos días, según la evolución de la pandemia, el no cobrar en metálico". De salir adelante esta propuesta, los usuarios solo podrían abonar los trayectos mediante tarjeta ciudadana. Si el pasajero no es titular de este documento, o no tiene disponibilidad del mismo en ese momento, se verá privado de utilizar el servicio de transporte urbano público de Palma.
En cualquier caso, como indica el comunicado, la medida no se ha puesto en práctica de momento, sino que se valorará su idoneidad a partir de la evolución del coronavirus en estas próximas fechas.
MENOS PASAJEROS POR TRAYECTO PARA QUE CUMPLIR LA DISTANCIA DE SEGURIDAD
Por otro lado, el comité de salud laboral ha aprobado que se dote a todos los trabajadores de la empresa de un bote de gel desinfectante, además de toallitas en el caso de los conductores y los profesionales adscritos al servicio de atención al usuario. Al mismo tiempo, las unidades que deben cubrir recorridos calificados de 'riesgo', como los que comunican con hospitales o el aeropuerto, deberán ir provistas de una mampara de protección que aisle al chófer del resto de los ocupantes del bus.
Paralelamente, el comité ha dictaminado reducir el margen máximo de admisión de usuarios en cada viaje con la finalidad de evitar aglomeraciones de personas y que los pasajeros no se vean obligados a permanecer demasiado cerca unos de otros, o bien excesivamente próximos al sitio donde se halla el conductor.
CAMBIO DE DESTINOS PARA TRABAJADORES VULNERABLES
De la misma manera, los empleados de la EMT con problemas cardiovasculares, pulmonares o cualquier otra patología que acentúe su vulnerabilidad frente al virus, y que realicen su tarea cotidiana en contacto directo con los usuarios, tienen la posibilidad de reclamar que se les asigne a otras funciones.
Por último, a partir de ahora, los buses serán desinfectados todas las noches, una vez concluido el turno de servicio, y en el área de Atención al Usuario de la EMT tan solo se atenderá a los ciudadanos que acudan con cita previa, con el objetivo de impedir que se produzcan aglomeraciones. Además de todo ello, es importante consignar que los inspectores y cobradores dejarán de efectuar actividad en la calle para eludir su contacto con los usuarios.
El comité de empresa ha advertido de que si estos requisitos no se cumplen las organizaciones sindicales se movilizarán para paralizar el servicio de transporte urbano público de Palma.