Esta ya no. Los ajustes, los recortes, la disminución de servicios, las subidas de impuestos y la destrucción de empleo son ya suficiente carga como para ver "normal" lo que puede que esté a punto de pasar.
Valencia ha sido la primera y Castilla-La Mancha la segunda. Las dos CCAA (gobernadas por el PP) van a ir de cabeza a pedir el rescate que sirve en bandeja el Gobierno Central. Unas ayudas "ICO" que todos sabemos ya que suponen un rescate y una intervención en toda regla: pasarán cuentas con Madrid una vez al mes y Montoro les impodrá nuevas y duras condiciones suplementarias. Allá ellos. Ellos sabrán lo densas que son las telarañas de la caja autonómica en cuestión.
Aquí ya tenemos el globosonda lanzado: Bauzá dice que Baleares ni se lo plantea. Al día siguiente, el vicepresidente Aguiló anuncia que Baleares "no descarta" acudir a estas ayudas.
Por favor. Nosotros no. No podemos ir como corderitos a que Madrid cumpla su sueño de recentralizarlo todo (porque se trata de eso), haciéndose soberano absoluto de nuestras cuentas, y que olvidemos el saldo acreedor que tenemos con el Estado.
¿Y por qué nosotros no? Es muy sencillo. A diferencia de Valencia o Castilla La Mancha, nuestra balanza fiscal con el Estado es un escándalo desde hace décadas. Nuestros servicios básicos fueron transferidos con una nefasta financiación. Porque nos deben mucho dinero del sistema de financiación autonómica. Porque nos deben todo lo del Estatut. Señor Bauzá, President, nosotros no.
Los datos oficiales darían la razón a Bauzá antes que a Aguiló; nuestra situación no es tan dramática como la de las dos CCAA que irán a Madrid a que les pongan la soga. Espero que no haga falta. Significaría que estamos más desesperados de lo que nos cuentan.