TOMÀS IBARZ. Del papel de los sindicatos mayoritarios en la actualidad ya ha hablado en su artículo de esta semana mi estimado compañero de columna Marc González. De las consecuencias podemos hablar los demás.
2.500 personas salieron a la calle el Primero de Mayo en Palma. Más paro que nunca, más precariedad que nunca, más recortes que nunca, peores expectativas que nunca. Tres sindicatos por un lado y un cuarto por el otro no consiguieron sumar más de 2.500 personas. Como casi todos los años, podríamos decir que aquí cuando hace buen tiempo, nos "tira" más ir a la playa. Es cierto.
Pero es que en la isla el miércoles competían diferentes reclamos, y todos, todos, congregaron más gente que la manifestación de la Fiesta del Trabajo. 5.000 personas pasaron por la Feria Náutica. Varios miles de personas disfrutaron del día en la Fira de Ses Salines. Otros miles -algunos menos- alegraron el día visitando la Fira de la Flor de Costitx. Y ya no digamos de las avalanchas en la playa.
Ahora resulta que el Primero de Mayo de mayor preocupación pierde en capacidad de convocatoria ante cualquier otra oferta. En Mallorca el ocio antes que la protesta. O.... el ocio está antes que la propuesta y respuesta de los sindicatos ante la situación actual.
Los sindicatos se lo tienen que hacer mirar. O nosotros.