Un total de 2.774 alumnos de centros educativos de Baleares fueron expulsados en el curso 2018-19, lo que representa un 13 por ciento menos que el pasado ejercicio escolar. Además, se resolvieron un total de 156 expedientes disciplinarios en 368 centros de las Islas, una media de 0,42 por cada centro, muy por debajo de la del curso 2012-2013, que fue de 5,3.
Así se desprende del estudio 'Normativa de las estructuras de participación de las familias en el sistema educativo de Baleares' perteneciente al 'Anuario de la Educación de Baleares 2019' y que, según alertan los autores del artículo Marta Escoda y Jaume Font, es "necesario" reflexionar sobre la "importancia de repensar el proceso que se sigue a la hora de privar a un alumno de su derecho a la educación".
Por ello, los autores invitan abordar las expulsiones "desde la conformidad". "En el caso de que un centro tenga que adoptar la medida, tendría que posibilitar el recurso de la aplicación de ésta por parte del afectado y de la familia, además de informar y tener el visto bueno del Departamento de Inspección Educativa y otros servicios, tal y como se hace en otros protocolos como el absentismo, por ejemplo", han considerado.
El presidente de la FAPA Mallorca, Miquel Àngel Guerrero, que también participa en el anuario ha considerado que las expulsiones son "una experiencia muy negativa". "Una expulsión significa que no hay otra solución o, al menos, que no la hemos encontrado y no les hacemos nada bien", ha apostillado.
El director del Anuario, Lluís Ballester, ha sostenido, por su parte, que las cifras de expulsiones "van por el buen camino" en el archipiélago balear, en referencia al descenso, si bien ha reconocido que "hay que corregirlas aún". "Es un reto pedagógico", ha apostillado.
Ballester ha considerado también que las expulsiones van relacionadas con los resultados y ha explicado que en Portugal, por ejemplo, los mejoraron con la reducción de estas medidas disciplinarias.
Por otro lado, el estudio también evidencia que un alto porcentaje de expulsiones son en centros públicos de secundaria, que concentran el 85,67, por ciento del total de expulsiones de Baleares, cuando solo atienden el 27,16 por ciento del alumnado evaluado.
LOS ALUMNOS EXTRANJEROS OBTIENEN PEORES RESULTADOS
Por otro lado, otro estudio del Anuario presentado este miércoles determina que los alumnos extranjeros en Baleares obtienen peores resultados y representan el 15,36 por ciento del total del alumnado, 6,1 porcentuales más.
Más concretamente, el estudio 'El alumnado extranjero presente en el sistema educativo de Baleares, características y comparación de los resultados académicos en relación al alumnado español' revela que un 68,8 por ciento de dicho colectivo consigue el título de la ESO, por debajo del 85,5 por ciento de media que lo obtiene, -16,7 puntos menos.
Asimismo, en los niveles más bajos de primaria el alumnado de extranjero repite más, cifras que, según el autor Luis Vidaña, se debe a "la falta de base que lleva al profesorado a intentar mejorar las competencias básicas como antes mejor".
Por lo que respecta a la repetición en la ESO, se registran porcentajes todavía más altos, un indicador "preocupante", en el sistema educativo balear. Las diferencias entre la repetición del alumnado de los cuatro niveles y la repetición del alumnado extranjero muestran "diferencias importantes".
Así, en 1º y 4º de la ESO hay 4 puntos porcentuales más por parte del alumnado extranjero y en 2º y 3º, son 6 puntos porcentuales más por dicho colectivo.
El autor ha considerado que los indicadores anteriores son "ilustrativos de la preocupación por la situación actual", ya que "a pesar de la evolución a lo largo de los tres últimos cursos que muestra una tendencia de mejora hacia las diferentes variables, la situación del alumnado extranjero muestra diferencias significativamente más bajas".
"Si realmente se quiere buscar un equilibrio, hay que intervenir de una forma decidida y no conformarse con la dinámica existente", ha aconsejado el autor.
Por su parte, Ballester ha reconocido que en Baleares existe el reto de "igualar los resultados" entre el colectivo extranjero y la media, ya que "no es solo cuestión de oportunidades, sino de hacer alguna cosa más".
Guerrero, en esta línea, ha matizado que "no se pueden pedir los mismos resultados a un centro con un 85 por ciento de alumnado extranjero que a otro con un 15 por ciento". "Hemos iniciado el camino y hay que tomar conciencia", ha dicho, abogando por "elaborar programas inclusivos".
Asimismo, en relación a los resultados, Ballester ha explicado que hay entre un 6 y un 7 por ciento de inestabilidad residencial que, juntamente con la complejidad idiomática y la estructura del mercado laboral en las Islas, hacen de la situación "un reto de dimensiones más importantes".
En este punto, el director ha considerado que hay que trabajar también con el nivel de abandono escolar y ha pedido una mayor "responsabilidad" por parte de las familias y empresarios, a quienes ha solicitado que "aumenten la contratación a cualificados".