Over Marketing era el cepillo de Madrid
jueves 28 de agosto de 2014, 09:12h
Es del todo penoso el via crucis que está atravesando gente del PP Balear por el asunto Over Marketing. Se trata de un tinglado de empresas montado en los madriles con Bárcenas de Dalai Lama y Correa de Pequeño Saltamontes para, supuestamente, financiar a la calle Génova cuando Rajoy estaba en la oposición y no rascaba una perra gorda.
Este escándalo está poniendo contra las cuerdas a gente del PP Balear cuando su principal error fue plegarse a los dictados de los muchachos del oso y el madroño, ávidos de pasta balear. Siempre les ha gustado venir a pescar al Archipiélago. Están convencidos de que aquí se vive muy bien y desembarcan por todas partes en busca de tajada. Lo hicieron con Over Marketing (un churro político empresarial indigerible por su torpeza) y ahora que gozan de poder absoluto presionan con las prospecciones y el petróleo. La obsesión picotear la mina balear, caiga quien caiga (menos ellos, naturalmente).
Cuando hay madrileños de por medio es para echarse a temblar. Si les sale bien, pegan un pelotazo de bandera. Y si vienen mal dadas se esfuman (con el dinero, naturalmente) y dejan a los indígenas a los pies de los caballos con una mano detrás y otra delante.
Ahora hay cacao del gordo con la adjudicación de Son Espases al haber reactivado la Fiscalía el caso poco después del ingreso de Matas en prisión. Hubo amaño en el concurso para la adjudicación del macrohospital, consecuencia de los zarpazos entre dos grandes empresas capitalinas. Fue el pulso OHL-ACS el que determinó el desastre con Matas justo en medio sin saber donde agarrarse. El PP Balear tuvo que soportar los efectos de un choche de trenes mesetario, un Real Madrid-Atlético de Madrid de las obras públicas con Mallorca como conejillo de indias.
Con Fiscalía enarbolando el Código Penal, aquí rapará mucho mallorquinet. Pero lo fundamental es entender la esencia del tiburoneo. La pasta que paga religiosamente cada año el Govern Balear por Son Espases se va hacia el Paseo de la Castellana. Si al menos esta guerra chapucera hubiera sido un Real Mallorca-Atlètic Balears, habría que bajar la cabeza y asumir todas las consecuencias del fracaso interno. Pero son los madriles los que se han llevado el dinero y nadie va allí a exigirles responsabilidades.
Es en este contexto que Over Marketing aterrizó en Mallorca encharcando todo lo que tocaba. Ha dejado huellas por muchos lugares, comenzando por Son Espases y la Conselleria de Salut. El gran error de Matas fue plegarse a la voracidad madrileña, ponerse de rodillas ante las fauces de los aledaños de la Plaza de Colón. ¿Y total, para qué? Luego le han dejado solo, le han negado el indulto y le han llamado "indigno", han proclamado que ellos son honrados, han asegurado que están más limpios que las sandalias de San Ildefonso y lo han mandado al penal de Segovia.
Veremos qué pasará. Habrá que comprobar si Fiscalía llega hasta el final y pringa a la calle Génova en el cacao de la Conselleria de Salut. Madrid saca pecho cuando quiere petróleo o concesiones de hospitales que tienen que pagar los baleares, pero se esconde cuando se descubren sus trapicheos.¿Ocurrirá está vez lo mismo? La respuesta está en manos de Jaume Matas cuando lo traigan a Palma declarar. De momento está a la sombra, cerca del acueducto, jugando al parchís, seguramente recordando cuando él manejaba los Presupuestos baleares y los capitalinos le llenaban de incienso.
Ahora huyen de Matas el como de la peste. La Villa y Corte es así de ingrata.