El director general de IB3, Andreu Manresa, quiso tener un detalle con el consejo de dirección de la radiotelevisión publica tras la que ha sido la última reunión del año de este órgano de gestión.
Al acabar la reunión en la que se vieron las cuentas de IB3 para el próximo año, con la promesa de ampliar en 1,2 millones la partida para producción propia en 2018, la sala de juntas se convirtió en un improvisado mesón. Cuentan al infiltrado trabajadores sorprendidos que vieron pasar las bandejas de comida que el elemento estrella fue la porsella, un plato muy celebrado por todos los asistentes, miembros nombrados por el Parlament de Balears en representación de los partidos que conforman la cámara. Se trata del máximo órgano de gestion de IB3, aunque las decisiones últimas sobre programación y organización dependen del director general y su estructura directiva.
Algunos de los consejeros fallaron a la cita, especialmente los que acuden desde Ibiza y Menorca. No fue el caso de la representante de Podem que interviene en todas las reuniones vía Skype desde Asturias (donde reside), y que en esta ocasión no se perdió el ágape.
En esta ocasión, tras la reunión mensual, los consejeros salieron con las cuentas del año próximo, el cobro de la dieta correpondiente y una buena ración de porsella. Eso sí, en platos de plástico para evitar ostentaciones.
