El director de Mallorcadiario.com, Tomàs Ibarz, estuvo en la recepción que los Reyes don Felipe y doña Letizia ofrecieron a destacados representantes de las sociedad mallorquina. Es la segunda vez que los Reyes organizan un encuentro de estas características, que su padre el Rey don Juan Carlos limitaba a una cena con las principales autoridades de la isla. El Rey Felipe sabe que tiene que consolidar su puesto como monarca día a día y que mostrarse cercano y accesible le granjea muchas simpatías. Desde este punto de vista, el cóctel celebrado en La Almudaina es un acierto ya que demuestra que los Reyes se involucran en los asuntos de la sociedad mallorquina, donde tradicionalmente pasan las vacaciones estivales.
El hecho de que el director de este diario digital acuda a una invitación del Jefe del Estado no nos posiciona políticamente, como no lo hace con el resto de personas que asistieron al cóctel. Sencillamente obedece a un acto de normalidad ante una invitación formal.
Aquellos que han rehusado la invitación y lo han hecho público creyendo que eso les beneficiaba, son muy libres de hacerlo, pero olvidan que el Jefe del Estado, Felipe VI, lo es en virtud de una Constitución democrática, que nadie puede cuestionar, que significa para nuestro país la garantía de unos derechos y libertades que nos iguala a las naciones modernas de nuestro entorno. Claro que todo es cuestionable y claro que todo se puede criticar, pero poner en cuestión la legitimidad de la Jefatura del Estado e incluso la Monarquía Parlamentaria, no es de recibo. No hace tantos meses que las Cortes, los representantes de la ciudadanía democráticamente elegidos en elecciones libres, proclamaron a Felipe de Borbón Jefe del Estado.
Los que proclaman que los Reyes no son bienvenidos son una minoría de la sociedad mallorquina. Están en su derecho, pero no representan el sentir mayoritario de la ciudadanía. Y es de esperar que don Felipe y doña Letizia no cambien su percepción de la realidad mallorquina y balear por lo que una exigua minoría ruidosa manifiesta cada vez que tiene oportunidad. Los Reyes son bienvenidos, son unos huéspedes más de aquellos miles que nos visitan cada verano y nos honran a todos al hacerlo. Nuestra isla gana muchísimo con tan ilustres visitantes y eso no puede estropearse por la inquina de algunos republicanos que preferirían que el Jefe del Estado y su familia veraneasen lejos de Mallorca.
Don Felipe y su esposa exteriorizan a la menor oportunidad su estima por nuestra tierra. La recepción de La Almudaina demuestra que los lazos afectivos que le unen a nuestra isla son reales y sinceros. Su padre don Juan Carlos no lo hizo nunca, pero él lo hace y debemos aplaudir este gesto de cercanía y accesibilidad. El Rey está con Mallorca y Mallorca está con el Rey. Esta es la realidad que no truncarán unos pocos republicanos que no representan el sentir de la sociedad mallorquina y balear.