Mallorca también sucumbe a la codicia

Mallorca comienza a parecerse peligrosamente a Ibiza en materia de vivienda. Comprar un inmueble para dedicarlo a vivienda habitual, tanto si es de obra nueva como si es de segunda mano, es carísimo y está al alcance de muy pocos. Y el mercado de alquiler no está mucho mejor debido a la codicia irrefrenable de muchos propietarios, que sabedores de la escasez de viviendas, exigen rentas desmesuradas, fianzas exageradas y condiciones abusivas.

Es muy común que antes incluso de enseñar el piso, la inmobiliaria o el arrendador exija que se le envíe el DNI, el contrato de trabajo e incluso algunas nóminas, algo que, si no es una ilegalidad, debería serlo. Esas exigencias tendrían una razón de ser a la hora de formalizar el contrato, pero se plantean por adelantado porque quienes así actúan saben que tienen impunidad y que pueden hacer lo que quieran y pedir lo que se les antoje, porque lo van a alquilar igualmente.

También está a la orden del día que un propietario que alquila directamente, sin intervención de una inmobiliaria, reclame “un mes de agencia”, cuando realmente es una mensualidad adicional que se agencia él. Así, por toda la cara. Si te va bien, adelante. Si no, adiós muy buenas, que hay veinte detrás de ti dispuestos a pagar.

La necesidad de acceder a una vivienda está favoreciendo prácticas abusivas que muy pocas veces se denuncian y ante las que la Administración no hace nada. Y esto hace que la situación sea cada día más difícil, lo que acarrea otros muchos problemas de índole social, como que faltan trabajadores en muchos sectores productivos porque no sale a cuenta venir desde la península, habida cuenta de las dificultades que plantea lograr un alquiler asequible.

En el portal fotocasa.es se puede ver el anuncio de un “apartamento de alquiler” en La Soledat Nord, un 4º piso sin ascensor, de 25 metros cuadrados, con una habitación y baño por 780 euros al mes. El precio es netamente disparatado. Pero cómo estará el asunto cuando el propietario, un tal Pedro, que alquila directamente sin intervención de inmobiliaria, pese a que exige un mes de “agencia”, pone las siguientes condiciones: “Obligatorio nómina mínima 1.500 euros, trabajo fijo todo el año. Para entrar a vivir se piden 2 meses de fianza, el mes corriente más agencia, total 4 meses, 780x4=3.120 euros. Abstenerse fijos discontinuos, se pide nómina fija todo el año, 12 meses con sus pagas extras. (…) No se aceptan mascotas. Se pedirán referencias a los anteriores caseros si procede”.

Hay gente que, ante la inacción de las autoridades competentes, ha enloquecido y cree que puede pedir por una caja de zapatos una barbaridad y además, con condiciones draconianas.

Ante esto, Unidas Podemos despierta de su letargo y cuando estamos a punto de terminar la legislatura sin ver la prometida limitación del precio del alquiler ni la ley de vivienda tan anunciada, plantea que sean los propietarios arrendadores quienes se hagan cargo de los honorarios de la inmobiliaria, en lugar del inquilino. Vaya, un brindis al sol para que parezca que hacen algo más que sus rivales políticos, que directamente no hacen nada y ni siquiera disimulan.

Así pues, la codicia hace su trabajo en un mercado libre y Mallorca se parece cada vez más a Ibiza. Y ya se comienza a ver que faltan médicos, enfermeras, camareros, conductores, etc. Como ya hace años que sucede en Ibiza. Un auténtico desastre.