“Golpe de estado”. Según el PSM, el PP habría cometido un golpe de estado en el Consell de Mallorca, suponemos que aprovechando un descuido de la oposición socialista y con una velocidad de vértigo, porque, como saben, apenas lleva unos días al mando de esta institución. Un golpe de estado que se habría ejecutado con la misma rapidez y facilidad con la que se compra el periódico o se llama por teléfono. Y encima, no cualquier golpe de estado, sino “el más grave” que se ha perpetrado, según explicó ayer en una rueda de prensa Joan Font, el ex-alcalde de Petra y portavoz nacionalista en esa institución, demostrando que el PP lleva en la sangre lo de hacer de Pinochet. O de Charlot. Los periodistas, en lugar de salir corriendo a por el chaleco antibalas, como tocaría ante tamaño complot contra el estado, la libertad, la paz y la concordia, se pegaron una cabezadita escuchando al nacionalista contar su novela de realismo fantástico. ¿Cómo se ha perpetrado tamaño golpe de estado, sin que prácticamente nadie se diera cuenta? Pues muy simple, Font explicó que con nocturnidad y alevosía, pero en realidad lo que quiere decir es que el Consell ha rebajado un siete por ciento las subvenciones que da el Consell a los que se autodenominan cultos, grupos y asociaciones que se dedican a estos menesteres. Las instituciones públicas de Baleares han visto caer sus ingresos en un 50 por ciento, los funcionarios han visto sus nóminas recortadas en un 5 por ciento, la mayor parte de las empresas de las islas llevan ya varios años reduciendo gastos, más de 100 mil personas en Baleares están en el paro, viviendo con un subsidio mínimo y nuestro líder habla de golpe de estado por un recorte del siete por ciento en el capítulo de cultura del Consell de Mallorca. ¿Pero cómo se puede vivir tan en otro mundo? ¿Cuánto hace que estos políticos no hablan con un ser humano normal, de los que se ganan el sueldo trabajando todo el día, de los que están muertos de miedo por temor a perder su empleo actual? ¿Aman los nacionalistas con tanta desaforada pasión la cultura que no pueden controlarse? Pues aquí van pistas: las subvenciones afectadas son las de Joves per la Llengua, Obra Cultural Balear y hermanos y asociados. Haber empezado por aquí y lo hubiéramos entendido antes.
