La polémica está servida. Los vecinos de la Seu y el concejal de Mobilitat de Palma, Joan Ferrer, protagonizaron un cruce de reproches el sábado que continúa este domingo. Los residentes en la zona han emitido un comunicado en el que aseguran que las excusas ofrecidas por Joan Ferrer sobre el acuerdo excepcional para los taxistas no son válidas ya que, según ellos, se quebrantó la normativa prevista y Cort no puso los recursos suficientes para velar por su cumplimiento.
Ferrer explicó que el lunes se había aprobado un acuerdo con los taxistas que ofrecieran el servicio Taxitour para que puedieran esperar a los turistas frente a la Catedral.
Por su parte, el concejal aseguró que los taxistas deben cumplir una serie de exigencias, como no alejarse del coche, no exceder el cuadrado que delimita el pavimento en esa zona y no superar los ocho vehículos. Los vecinos del barrio aseguran que "Ferrer indicó que se extremarán las medidas de vigilancia para asegurar el cumplimiento de estos puntos, pero llama la atención que este acuerdo se cerrara el lunes y que cinco días más tarde ya hubiera taxistas quebrantando todas las exigencias supuestamente pactadas y nadie llamándoles al orden".
En este sentido, los vecinos aseguran que el número de taxis presentes en el mirador llegó a superar la decena. Afirman que ellos estarán "muy alerta de que se cumpla estrictamente la normativa, especialmente cuando arranque la temporada alta y empiecen a coincidir varios cruceros visitando Palma el mismo días, pero esperamos que el ayuntamiento también intervenga y actúe".
A causa de su descontento, los vecinos vuelven a pedir que se de marcha atrás a la medida y se les permita estacionar en el mirador.
