Lejos de tener el apoyo social, los sindicatos han recibido más críticas que aplausos tras la decisión del Govern de eliminar liberados y subvenciones. Basta echar un vistazo a los comentarios de la noticia publicada el miércoles para darse cuenta de que los sindicatos son organizaciones impopulares o, al menos, no tienen el respaldo social que ellos creían. Los sindicatos se equivocarán si creen que el Govern tendrá un castigo por eliminar liberados porque nadie hoy en día entiende que haya 89 sindicalistas en la administración autonómica que con los tiempos que corren no tengan que estar sujetos a horarios y funciones propias de sus propios departamentos. Hoy por hoy, los liberados es un lujo que esta sociedad no puede permitirse. Si quieren defender a los trabajadores, seguro que encuentran tiempo para hacerlo, pero fuera de sus horarios de trabajo.
