Tuve la fortuna de leer recientemente una novela, el director, de David Jiménez; no les quiero desvelar la trama pero se hace un análisis muy interesante de cómo actúan los poderosos de este país cuando interceden en las decisiones políticas o en los medios.
Lo que pasó la semana pasada, el día del Apóstol concretamente, en mi opinión, no fue más que la ejecución de una decisión de los que mandan de verdad en este país y en el mundo entero; no salen en los periódicos y son desconocidos por nosotros los ciudadanos ya que no se presentan a elecciones ni aparecen en los mass media pero son los que deciden lo que nos conviene. Realmente deciden lo que les conviene a ellos, a sus empresas y a sus fondos.
Pedro Sánchez, en mi opinión siempre humilde (como dicen los manuales de estilo), saboteó su propia elección como presidente del Gobierno de España. Negoció hasta tener la certeza que Podemos no aceptaría las condiciones ofrecidas y con ello, además, mostrarse indignado y vehemente.
No tengo ninguna información al respecto y quizás es pura invención lo que les cuento pero lo que no me quitará nadie de la cabeza es que el presidente en funciones hizo lo que pudo para no alcanzar un pacto con Podemos, sería motu propio o por indicación expresa de los que mandan, pero hizo todo lo que estuvo en su mano para que no saliese adelante la investidura, ofreciendo a la contraparte cargos inaceptables, a modo de ejemplo el ministerio de la infancia…
Al candidato a Presidente le viene como anillo al dedo esa cita de Groucho Marx “estos son mis principios, sino le gustan tengo otros”, tan manido e invocado, esto viene a cuento a que su gobierno y su pensamiento político se adapta con igual facilidad a los podemitas que a los ciudadanos, es como si fuese de plastelina; en mi opinión carece de sentido pues los bolivarianos son justo lo contrario de los liberales pero parece que al Presidente en funciones ese “detalle” no le importa.
No crean que a mí me parece una buena idea que Podemos esté en el Gobierno, al contrario, me parece lo peor que podría pasar a este viejo país llamado España que ya sufre bastante carga con la Vicepresidente del Gobierno, personaje al que le he dedicado dmeasiadas líneas. Podemos en el Gobierno sería el principio del fin de España como la conocemos desde hace unas décadas, sería el fin del régimen emanado de la Constitución del 78 y sería echar por la borda la labor de cuantos nos han precedido en buscar la paz y la reconciliación nacional, esa generación que a la muerte de Dictador fueron tan generosos que nos dieron a los españoles cuarenta años de paz y democracia.
El día del patrón de España, Santiago; Sánchez, como anteriormente hicieron Marujita Díaz y otras folklóricas, se revistió de la Bandera Española y embistió cual un miura a Iglesias como nunca lo había hecho. Señor Sánchez, el patriotismo se demuestra con hechos no con palabras, eso es patrioterismo. Si realmente quiere pasar a la historia de España debe hacer cosas, no decirlas. Tomar decisiones y ejecutarlas, después, sólo quizás después, tendrá autoridad moral para decir lo que dice, hoy ninguna lección puede dar al resto de Diputados.
Tengo previsto que este artículo sea el último de esta temporada. Ininterrumpidamente he estado con Vds. desde la segunda quincena de agosto y es necesario tomarse un leve descanso. Un descanso para dedicar un tiempo de calidad a mis hijos que son mi faro y más que nadie lo merece; al resto de mi familia y a mis amigos, los de verdad, tengo presente cuando escribo a una buena amiga, una excelente persona, que ha tenido un mes de julio horrible sin merecerlo, sin duda no hemos estado a la altura. Dedicarme algo de tiempo a mí, a estudiar y a aprender y especialmente a disfrutar de la vida pues cada día que amanece es un regalo, pues la vida en Mallorca es un regalo y sino vean un telediario y comparen. Que sean felices y hasta demasiado pronto.
