El hundimiento del Titanic la noche del 14 al 15 de abril de 1912 supuso una conmoción en el mundo entero. Más de 1500 personas entre pasajeros y tripulación murieron en el naufragio, pero también viajaban perros y otras mascotas.
Aunque no se conoce con seguridad la suerte de estas mascotas durante el naufragio, una poca información si ha podido ser verificada:
Los perros que viajaban en el transatlántico eran todos propiedad de los pasajeros de primera clase y se dice que exigían a sus dueños que sus mascotas ostentaran el mismo glamour que ellos. Con tal fin, construyeron una zona en la cubierta F de primera clase especial para los perros, con calefacción y todas las comodidades. También disponían de un servicio de paseo. La mayoría de los perros eran de raza y campeones de concursos de belleza, e incluso el capitán del Titanic Edward Smith, un gran aficionado a los perros, organizo un desfile canino planeado para el día 15, precisamente el día de la tragedia. En una de las fotografías que circulan por internet puede verse al capitán despidiéndose de su galgo ruso blanco antes del fatídico viaje.
Oficialmente, fueron tres los perros que pudieron sobrevivir al naufragio. Los que tuvieron tal suerte fueron un pekinés llamado Sun Yat Sen, propiedad de Henry Harper y su mujer, que también fueron rescatados al ocupar uno de los primeros botes; y dos perritas de raza pomerania: de una se desconoce el nombre y la otra, de nombre Lady, pudo entrar en el bote salvavidas escondida en el bolso de su dueña Margaret Hays.
JR BATALLÉ EDUCACIÓN CANINA
“Todos podemos aprender a comunicarnos mejor con nuestros perros.
