Como ya ocurriese con la colonia de Canamunt en Palma, Emaya ha cedido contenedores de reciclaje de vidrio para que los gatos puedan resguardarse del frío, la lluvia y el calor. La cuestión es que se entregan en bruto y necesitan rehabilitación para abrir pasos en la estructura y colocar elementos en el interior.
En un post de Facebook, solicitan ayuda a alguna firma o taller que, de manera voluntaria, colabore en la labor.
Se trata de una colonia gestionada desde el primer momento por un grupo de voluntarios que, tras comenzar las labores de derribo del antiguo estadio, hallaron cientos de gatos sin ningún tipo de control de población ni sanitario: algunos muertos, otros moribundos, en su mayoría enfermos y todos sin castrar, los voluntarios se han empleado a fondo para poner coto a la situación y llevar una gestión responsable de los animales. Todo, de manera altruísta. Ahora, necesitan que alguien les eche una mano.