LA APUESTA PERDEDORA DEL PSIB POR SÁNCHEZ

Los equilibrios de Francina Armengol en el PSOE

El PSIB, liderado por Francina Armengol como secretaria general y presidenta del Govern de les Illes Balears, ha llevado a cabo durante el año 2016 un ejercicio de permanente apoyo y respaldo a Pedro Sánchez, quien fuera secretario general del PSOE entre julio de 2014 y octubre de 2016.

Pese a los malos resultados obtenidos en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, desde el PSIB se apoyó a Sánchez de forma incondicional en su intento de lograr obtener los votos necesarios para la investidura del líder socialista como presidente del Gobierno, aunque los esfuerzos fueron en vano.

Los diputados de Podemos votaron en contra de la investidura de Pedro Sánchez en marzo, con el argumento de que él había preferido pactar con Ciudadanos antes de hacerlo con otras fuerzas de izquierdas. Sin embargo, esas otras fuerzas en teoría progresistas, incluían a partidos independentistas como Esquerra Republicana o el Partit Demócrata Catalá (fuerza heredera de Convergència).

Una parte importante del PSOE se mostró radicalmente en contra de hacer recaer el peso de la investidura de Sánchez en compromisos con fuerzas políticas independentistas, lo que hacía imprescindible pactar con Ciudadanos, cosa que para Podemos suponía un obstáculo insalvable.

El líder del PSOE no obtuvo los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, lo que abocó al país a unas segundas elecciones generales con todas las encuestas dando como gran beneficiado de la situación a Mariano Rajoy, pese al aluvión de casos de corrupción y al juicio de la trama Gürtel.

Se celebraron unas segundas elecciones generales el 26 de junio, donde el PP ganó nuevamente e incluso con más apoyo que en diciembre de 2015, pero aún lejos de la mayoría absoluta.

Mariano Rajoy volvió a contar con el apoyo de Ciudadanos, pero el PSOE de Pedro Sánchez volvió a negarlo su voto favorable, lo que abocaba al país a una nueva cita electoral en diciembre.

Desde el PSIB de Francina Armengol, presionados por Podem, fuerza clave para la gobernabilidad de Balears gracias a su apoyo parlamentario, se optó por respaldar a Sánchez en su “no es no” a la investidura de Rajoy. Con esa frase el líder del PSOE se negaba a facilitar de ningún modo que Rajoy fuera presidente del Gobierno, hasta el punto de que si había que repetir las elecciones, se trataría de un mal menor.

Sin embargo, y ante la intención declarada de Sánchez de buscar una alternativa de gobierno incluso contando con el apoyo de las fuerzas independentistas, los barones regionales del PSOE que fueron manifestándose a favor de permitir un gobierno de Rajoy, creció progresivamente.

Desde Balears se estaba por la labor de apoyar el intento de Sánchez, fuera como fuera, incluso con el voto de los independentistas y de Podemos, emulando al propio Ejecutivo de Armengol y el de los Consells Insulars de Mallorca, Menorca e Ibiza.

Finalmente se impuso en el PSOE la tesis de acabar con las pretensiones de Pedro Sánchez de intentar gobernar con 85 diputados, como se encargó de destacar la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. La mitad de los miembros de la dirección federal presentaron su dimisión, en el convencimiento de que Sánchez abandonaría al secretaría general de forma automática, cosa que no sucedió. Antes al contrario, Sánchez convocó un Congreso Extraordinario para que la militancia eligiera al líder del PSOE y el rumbo que el partido había de tomar.

En el Comité Confederal del 2 de octubre, Sánchez se vio obligado a dimitir y asumió el liderazgo del partido una gestora al frente de la cual se situó a Javier Fernández y entre cuyos miembros está el expresident Francesc Antich, representando al sector crítico.

En el siguiente Comité Federal, se sometió a votación la abstención del PSOE en la sesión de investidura de Rajoy, ganando por 139 a favor y 96 en contra.

Sin embargo, los diputados del PSC anunciaron que a pesar de la decisión del Comité Federal, votarían en contra de la investidura de Rajoy. Y algunos diputados más se sumaron a la rebelión, entre los que se encontraban los diputados por Balears Pere Joan Pons y la ibicenca Sofía Hernanz.

En efecto, llegado el momento se alinearon con lo que mayoritariamente estaban decidiendo los socialistas de Balears y rompieron la disciplinar de voto, votando negativamente a Rajoy.

Esta indisciplina supuso que, tras las llamadas a la mesura y a la contención, la gestora del PSOE acordara sanciones económicas, pero no la expulsión del grupo socialista de los diputados díscolos, que alegaron haber votado en conciencia.

Sofía Hernanz, que hasta aquel momento era secretaria general adjunta del grupo socialista, fue apartada de aquel cargo, así como de la diputación permanente.

El PSIB de Armengol ha venido insistiendo en la urgencia de que la gestora convoque un Congreso Extraordinario para elegir un nuevo líder y que sea la militancia la que lo haga, además de marcar el rumbo del partido en temas clave como el proceso independentista catalán.

Sin embargo, la gestora no tiene prisa y anuncia el Congreso para bien entrado el 2017.

El PSIB de Armengol está situado claramente en el bando de Pedro Sánchez, lo que le ha granjeado importantes enemistades en el PSOE. Del resultado del Congreso dependerá la influencia que Armengol logre tener en el PSOE.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias