Mientras España vibraba con la medalla de bronce de Javier Fernández, el resto de los paises participantes en los JJOO de Invierno de PyeongChang quedaban completamente estupefactos por la irrumpción, sin previo aviso, de los Caminantes Blancos en algunas de las pruebas.
"No me importa que se lleven las medallas, pero al menos podían haber avisado que venían", se lamente el seleccionador de hockey hielo canadiense. Y es que la formación blanca se ha apoderado de los podios de deportes como curling, esquí acrobático o biatlón; posiciones históricamente coronadas por Estados Unidos, Rusia o Suecia.
Con todo esto, la prueba que más polémica ha suscitado ha sido el skeleton. "Sabíamos que no teníamos nada que hacer contra ellos, es un deporte que lo llevan en los huesos", manifestaba el capitán del equipo alemán en referencia a la anatomía de selección blanca.
Sin embargo, las críticas por parte de aficionados y deportistas no han sido por la repentina aparición de los caminantes muertos, ni por arrasar en las primeras posiciones de las pruebas deportivas, ni siquiera por su aspecto y olor nauseabundo. "Si ganan y tocan su himno, al menos podrían saberse la letra, que lo único que se entiende es <<arggg, uhggg, nneee>>, y así no hay quién entienda nada", se quejaba muy molesta la corresponsal de un periódico belga.
La atención está puesta en la ceremonia de clausura, donde aficionados de todo el mundo esperan con ansia la apareición estelar de Viserion, dragrón hijo Daenerys Targaryen, conocida como Daenerys de la Tormenta, La que no Arde, Rompedora de Cadenas, Madre de Dragones, Khaleesi de los Dothraki, Reina de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señora de los Siete Reinos y Protectora del Reino, Dany para Jon Snow; ahora dragón muerto romperdor de el muro.
La reventa de entradas para la ceremonia está llegando a cifras astronómicas ante los rumores por la aparición de Viserion. Sin embargo, los responsables de la organización recuerdan que de ser el caso los asistentes tomen las debidas precauciones pues "el dragón de hielo insuflaba muerte en el mundo; una muerte silenciosa y fría".