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Los bous de Costitx deben volver a Mallorca

miércoles 07 de febrero de 2024, 00:00h

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El posicionamiento político expresado por Ernest Urtasun, ministro de Cultura del Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar, en relación con la revisión de las colecciones de los museos estatales, a fin de “superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas”, ha levantado, como cabía esperar, una importante polémica. Tras el anuncio hecho por el ministro en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, han arreciado las críticas, centradas básicamente en negar el pasado colonial de España y en el revisionismo histórico de la izquierda radical que encarna Sumar, la plataforma que lidera la vicepresidenta 2ª del Gobierno, Yolanda Díaz.

Sin embargo, hay que reconocer que una nueva visión más abierta y empática hacia el lugar de procedencia de las piezas que se exhiben en los 16 museos gestionados directamente por la Subdirección General de Museos Estatales, entre los que se encuentra de forma destacada el Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid, sería muy positiva para el conjunto de la ciudadanía.

En el citado museo se encuentran expuestos los tres famosos caps de bou de Costitx. Son de su propiedad, pues fueron adquiridos a finales del siglo XIX por 3.500 pesetas abonadas a Joan Vallespir, que los había encontrado en la finca de Son Corró. Desde este punto de vista, no hay nada que objetar. Pero no es menos cierto que desde las instituciones de Mallorca y del propio Ayuntamiento de Costitx, se llevaron a cabo intensas gestiones para lograr la cesión de alguna de las piezas al Museu de Mallorca.

No hubo éxito, en parte porque no había un lugar adecuado en Mallorca, según los técnicos del MAN. Sin embargo, ese obstáculo podría superarse con la inminente apertura de la sección de arqueología del Museu de Mallorca, con 14 nuevas salas.

Es de esperar que el planteamiento del nuevo ministro de Cultura, más sensible a las peticiones de los lugares de donde proceden las piezas, pudiera favorecer al menos la exposición temporal de tan relevantes bienes del patrimonio prehistórico mallorquín, en la isla de donde salieron para nunca más volver.

Se abre ahora un nuevo panorama que hará bien en explorarse desde el respeto y el trabajo conjunto de las administraciones competentes.