El Govern Bauzá tiene problemas con el Tribunal Superior por como se elaboró el decreto del TIL. Son cuestiones técnico formales en las querrá seguir trabajando hasta conseguir una norma aceptada por los jueces y por la comunidad docente. Pero ese árbol mal desarrollado no debe nublar el auténtico objetivo, la visión completa del bosque del consenso entre la gran mayoría de la sociedad balear. Este consenso se llama trilingüismo.
Prácticamente todas las familias desean que sus hijos dominen tres idiomas, los dos oficiales del Archipiélago más el imprescindible inglés. El sueño de una sociedad trilingüe es un lujo sólo reservado a las sociedades más desarrolladas. Ni siquiera los propios ingleses o norteamericanos, cuyos valores e intereses dominan gran parte del planeta, no pueden presumir de las enormes ventajas intelectuales, profesionales y culturales que supone dominar indistintamente tres idiomas. Tal logro es una riqueza gigantesca. Es una máquina de crear ciudadanos de primerísima categoría, con una visión de la realidad amplia, abierta y lúcida. El trilingüismo es revolucionario en el sentido más noble del término.
También es fundamental que el trilingüismo triunfe en el sistema de enseñanza público porque iguala a sus alumnos con los que van a escuelas privadas, en ciertos casos muy especializadas y caras. En este sentido, el trilingüismo igualitario también es revolucionario.
Es por eso que ande o no ande cojo el TIL por defectos jurídicos a resolver, lo importante es que la enseñanza pública en primer lugar, seguida por la concertada y por la privada, mantengan el espíritu revolucionario del trilingüismo. Para dominar tres lenguas es imprescindible la capacitación técnica de los profesores, la ilusión de los padres y la mentalización de los alumnos. Pero sobre todo hace falta un espíritu compartido y valiente. Si se logra, nos aguarda una sociedad mucho mejor, más integrada e integradora, más estructurada y más solidaria.
Por eso, es importante comenzar por el presente curso. Con TIL o sin TIL hay que apostar por el trilingüismo desde cada claustro, desde cada centro y desde cada aula. La buena voluntad es fundamental para hacer realidad este esfuerzo revolucionario a partir de los mimbres con que se cuentan en la actualidad, sean libros de texto, mejor preparación de los docentes conseguida en el último año y sobre todo voluntad de hierro para alcanzar un futuro mejor para todos.
Y siempre teniendo muy claro y actuando con la suficiente habilidad y dedicación para que queden garantizadas y fortalecidas las señas de identidad, la cultura y la legua propias de Balears, base a partir de la cual se mantendrá la personalidad de un Archipiélago único que tiene voluntad de ser modélico.
