Ya saben aquello de “la erótica del poder” que hoy en día ha derivado en pseudopolíticos yonkis enganchados al poder, pero ahora también disfrutan de ese poder inmenso algunos funcionarios de alto rango, que con sus “recomendaciones” dan excusas magníficas para que se tomen decisiones muy drásticas. Y que muestra de poder puede ser más grande que mandar a poblaciones, ciudades, comunidades o a toda una nación a un confinamiento en sus casas, es algo sólo conseguido en guerras, por eso quizás los términos bélicos utilizados sobre todo en los primeros tiempos del confinamiento “la guerra contra el virus” “la batalla contra el virus” ”resistiremos al virus” todo ello lograba un perfecto clima para un confinamiento y nos confinamos, la gran mayoría respetó esa decisión, lo cual no significa que todos estuviéramos de acuerdo sobre todo porque la información no era fiable desde el primer día.
Ahora se vuelven a producir confinamientos de edificios, barrios o pueblos, pero la estadística dice que en estos momentos la relación de cifra de muertos con los infectados que tenemos ahora, comparada con la de muertos e infectados en los peores días de abril es sólo del 2,96%, quizás podemos pensar que nos estamos adelantando a los acontecimientos y esta vez estamos siendo previsores. A pesar de eso llama poderosamente la atención ver que la mayoría presentan síntomas leves y no necesitan internamiento en un hospital, sin embargo se nos sigue vendiendo el “colapso” del sistema.
La verdad es que veo más contundencia y ovarios en las cajeras de Mercadona no dejando pasar a nadie sin mascarilla o sin echarse desinfectante en las manos que en la acción de las diversas policías, es más es que a estos casi ni los veo, no sé si es porque no hay plantilla suficiente o por otros motivos que desconozco. Miren ustedes, el botellón en esta ciudad al igual que en toda España está perfectamente localizado en paseos Marítimos, playas o Polígonos y la información que hay sobre sanciones por ejemplo en Palma es de 460 actas desde el fin de la desescalada, eso representa 150 actas de media al mes o 5 al día, es evidente que es insuficiente para frenar estos actos que llegan a reunir en muchas ocasiones a más de 60 o 70 personas.
Sin embargo para las empresas privadas como los cines, teatros, restaurantes, hoteles (en estos últimos habiendo hecho adecuaciones para mejorar la seguridad) se ven con la espada de Damocles por las restricciones de la administración, no así el metro, los autobuses o los cajeros automáticos que por lo visto no son fuente de infección alguna y por eso en el caso del trasporte público la gente puede viajar apiñada, sin distancia alguna y en el tema de los cajeros parece que unos duendes salen sin que los podamos ver y desinfectan cada vez que alguien los manipula y para rematar está la cancelación de viajes desde Alemania (algo que seguro agradecerá el Sr. Simón porque le quita otro “problema” de encima) en dónde se han tenido en cuenta sólo las cifras globales de la Isla y no las ocasionadas en establecimiento hoteleros que son casi nulas.
Sigo viendo mucha tibieza en lo importante, si nuestros gobernantes quieren seguir por el camino de las restricciones que pongan más policías a vigilar y que no esperen un milagro en forma de civismo venido del cielo a mucha gente que desconoce tan siquiera esa palabra y no conoce otra forma de divertirse que poner en peligro al resto de humanos, además deben de mejorar el ratio en las pruebas pcr o test masivos para vender de verdad una verdadera sensación de seguridad a nuestros clientes europeos.
Creo en estos momentos en dos cosas, que no descarto un segundo confinamiento y que sería sin duda el fin de este Gobierno, por lo que en esta segunda vuelta del virus quizás sería más practico tener a gente más preparada que un filósofo, el cual nos ha hecho creer que conoce de que va esto o a un mentiroso compulsivo que nos da las cifras que va cocinando durante el día.
