La Constitución dice que serán elegidos cuatro senadores por provincia y que Ceuta y Melilla tendrán dos senadores cada una; para las islas fija tres en Gran Canaria, Tenerife y Mallorca y uno en Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, y en la isla de La Palma.
Las listas son abiertas, de manera que el elector puede marcar los nombres que prefiera, incluso de diferentes partidos, en una papeleta sepia donde figuran todos los candidatos.
En las elecciones del 28 de abril, Baleares eligió cinco senadores: cuatro de ellos del PSOE (Cosme Bonet, Susanna Moll, Carme García y Patricia Abascal) y una del PP (María Salom). Posteriormente, tras las elecciones autonómicas de mayo, el Parlament designó a Vicenç Vidal (Més) y a Antoni Fuster (PP) como senadores en representación de la cámara balear. La designación de los senadores autonómicos está prevista en el artículo 69.5 de la Constitución, donde se establece que cada una de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas elegirá uno como mínimo y otro más por cada millón de habitantes.
Se trata de una vía pensada para reforzar la representatividad territorial en la Cámara Alta pero que también puede ser utilizada por las fuerzas políticas que no consiguen escaño por elección directa para hacerse hueco en el hemiciclo.