No sé a ustedes, queridos lectores, a mí ésta me ha parecido una semana frenética. Debo reconocer que en parte ello se debe a la percepción de que esto se acaba, de que se va a la mierda… Se lo explico.
Primera señal del apocalipsis. Una tarde, salgo del trabajo, voy a buscar a mi hija al colegio y nos acercamos a unos grandes almacenes. Siempre curioseo la sección de libros. No espero encontrar nada más allá de los grandes lanzamientos, para eso uno tiene que bucear en las librerías pequeñas. Me encuentro con que han dispuesto una estantería de cuatro metros de longitud. Junto a la sección de Novedades, o la de Bolsillo se encuentra el mamotreto. ¡Cuatro putos metros para la sección Youtubers! ¿Qué es un youtuber? Un tipo que pone el jeto para vender productos, un anuncio humano. Y publican libros, y se venden, y les ponen metros y metros de expositores… Entiendo ahora que editoriales y agentes pasen de mi culo. No puedo competir con eso. Estoy acabado.
Segunda señal del apocalipsis. El fin del mundo llega y el epicentro de la hecatombe se sitúa en Palma. Este fin de semana mi ciudad ha acogido un multitudinario encuentro de youtubers —otra vez, qué pesados— y un concurso galáctico de tunos.
Tercera señal del apocalipsis. Enciendo la televisión y sale Echenique hablando sobre unas imágenes de disturbios en las calles, con llamas que devoran la noche y destellos de las sirenas de los coches de la policía. Una imagen digna de El Día de la Bestia, de Álex de la Iglesia.
Cuarta señal del apocalipsis. Me he quedado dormido en el sofá. La televisión está encendida. Abro un ojo. Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han bombardeado Siria. Se va a liar parda con la Rusia de Putin.
Quinta señal del apocalipsis. Una semana más se han vuelto locos en el Ayuntamiento de Palma. Aligi Molina anuncia una movida feminista que suena a brujería. Con la pasta de todos nosotros se han montado unas jornadas feminazis de esas «si tienes pito, eres malo». Se traen a un tal Ritxar Bacete para que presente un libro de sugerente título: Nuevos hombres buenos, la masculinidad en los tiempos del feminismo. Ojo al título, «hombres buenos». El resto es morralla. Otro día proponen una charla sobre la «construcción de las identidades masculinas». La guinda la pone un Taller para hombres en transición. Aún proponen otro imposible trabalenguas: 360º de las violencias machistas. La interseccionalidad en la intervención: retos de futuro. Retos de futuro dicen, si Molina se tuviera que ganar la vida trabajando en lugar de dedicarse a malgastar el dinero de los ciudadanos en estas gilipolladas, sí que se iba a enterar de lo que es un reto de futuro. Levantarte de madrugada para ganarte los cuartos es algo que aporta una muy sana perspectiva de los retos de futuro. Joder con los bolcheviques de sofá.
Sexta señal del apocalipsis. Seguimos en Cort. Locura absoluta, fiebres altas, ébola neuronal. Que se pare la ciudad, que viene el 14 de abril, fecha para conmemorar el advenimiento de la II República. Los republicanos de chichinabo del tripartito de Palma montan bicicletada republicana, concierto de la Banda Municipal, charlas, exposiciones… el alcalde Toni Noguera ha participado en una mesa redonda de su partido Més per Mallorca en la que va y suelta que la Palma republicana traerá «la plena igualdad social, a la profundización de las libertades democráticas y al reconocimiento del derecho a decidir como pueblo y como ciudadanos de este país». Menuda empanada mental. A ver, Toni, no te metas en jardines que luego te pierdes. Si eres indepe no puedes reivindicar la II República. España fue entre 1931 y 1936 tan España como lo había sido antes y como lo fue después. Republicana, monárquica o anárquica, centralista o federal, o autonómica, España es la misma, es el mismo país. Y ya sabemos que tú eres de los de «puta España», así que no tiene sentido que andes loando a la II República. Además, te recuerdo, que como cabezamocho, hubo un tipo que proclamó el Estat català. Y a Lluís Companys le mandaron al Ejército y lo metieron en el talego por golpista, lo juzgó por rebelión el Tribunal de Garantías Constitucionales y le cayeron 30 años. Luego fue amnistiado y el pobre desdichado —cosa que no le deseo a nadie— acabó en el paredón ya en la Guerra Civil. También han pisado charcos del PSIB-PSOE que, en otra de sus charlas, se han desgañitado recordando lo buenos que fueron en aquellos años, sin recordar su intentona golpista de 1934. Es lo que tiene la memoria histórica cuando se convierte en histérica o selectiva. Por lo visto, la II República solo era buena y legítima cuando gobernaba la izquierda.
Séptima señal del apocalipsis. El ecologismo está que lo peta. Es una verdadera lástima que una entidad que tanto hizo por la preservación del medioambiente se haya convertido en una sucursal más del catalanismo y la extrema izquierda. El GOB hace tiempo que dejó de ser un movimiento conservacionista transversal. El ecologismo no debería ser ni de izquierdas ni de derechas. Están muy subiditos… Le han metido una hostia a Més y al presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, digna de ser enmarcada. Le han cantado las cuarenta, le acusan de ser un lacayo del PSIB-PSOE y le exigen que pare las obras en todas las carreteras de Mallorca. Le leen la cartilla y le dan una lección de superioridad moral que raya la humillación. Y quieren echar a los turistas, y llaman franquistas a los hoteleros, y se reúnen con la OCB, y se hacen paellas los domingos en La Trapa… Y quieren ellos mandar como si se hubieran presentado a unas elecciones.
Octava señal del apocalipsis. Dieciséis minutos le dedican en los informativos de laSexta al dichoso máster de Cristina Cifuentes. Ni rastro de la dimisión del alcalde socialista de Alicante acusado de corrupción ni del juicio de los EREs de Andalucía que está en marcha. En fin, cada medio informa de lo que quiere, como quiere…
Novena señal del apocalipsis. El Consell de Mallorca pide la creación de una policía autonómica a la que proponen llamar Cos de Guaita. Me cago en la primera papilla que comí: ¿cómo vamos a montar una policía propia si lo último que hicimos fue una radiotelevisión autonómica que hemos sido incapaces de hacer funcionar?
Décima señal del apocalipsis. Armengol se va a Canarias a explicar sus éxitos. Sin comentarios.
Hay otras pequeñas señales de que la cosa no funciona: el Ayuntamiento de Palma sentenciando al gerente del IME acusado de falsear el currículum —muy finos ellos hablan de la «resolución» del contrato—; el enésimo aplazamiento del desalojo de Son Banya porque Cort no ha contratado a la empresa de demolición y le faltan pisos para meter a las familias; todas las patronales de empresarios y comercios pidiendo la dimisión de la regidora Aurora Jhardi por negarse a regular el top manta en Palma: Valtonyc diciendo que está legitimado para meterle una paliza con un bate de béisbol a Esperanza Aguirre; un tipo se cepilla a una yegua y a una potrilla en Alcudia…
Sí, amigos, el apocalipsis —bueno, en mayúsculas— el Apocalipsis ha llegado. Compren armas y víveres, atrinchérense en su casa y manténganse firmes para proteger a sus familias. Mallorca será la tumba —no del turismo, como dicen los GOB— de la decadente sociedad occidental. Los bárbaros no están a las puertas, caminan entre nosotros. Llámenme alarmista, no pienso rebatirles, menos mal que me lo tomo a cachondeo. Pero esa es otra historia…