Su nombre saltó a las crónicas nacionales por ser la ejecutora de una pena de cárcel -por primera vez en nuestro país- de un delito de maltrato animal: el caballo Sorky, muerto a palos en una cuadra de Manacor por haber realizado una mala carrera. Eugeni Sánchez ingresó en prisión pero salió meses después, gracias a una decisión de la Audiencia Provincial -que conmutó la cárcel por un curso de protección animal- y que levantó una gran polémica. El segundo en pisar la cárcel fue un joven de Palma que dejó morir a su perro de hambre, sed y enfermedad. Él no mostró arrepentimiento y la Audiencia no lo excarceló.
Durante su ponencia, Campos Barciela ha lamentado los delincuentes de este área sepan "de antemano" que no van a cumplir la condena de prisión ya que suelen cumplir los supuestos para ello: son penas inferiores a dos años, son primarios (carecen de antecendentes) y no deben responder ante una responsabilidad civil. No obstante, la magistrada ha reconocido que cada vez son más los jueces que se esfuerzan en motivar sentencias condenatorias. "Lo que hay que dejar claro es que no se dictan penas para castigar al individuo, sino para hacer cumplir la Ley".
De ahí que afirme que "es abiertamente ilegal considerar cosas a los animales". Misma línea que ha seguido el decano del Colegio de Abogados, Martí Alenyar, durante su intervención en la inauguración de la Jornada. "Necesitamos un cambio en la consideración de los animales. Precisamos una transformación que nos haga ver a los animales no como meros recursos para nuestro uso y disfrute, sino como unos seres que sienten y que poseen un valor propio y autónomo". Alenyar ha pedido políticas públicas decididas y valientes y sobre todo, "poner el foco en la educación".
De momento, al menos, llegan a Balears por primera vez encuentros como éste en el que jueces, fiscales, abogados, fuerzas de seguridad y veterinarios ponen en valor la lucha por la protección de quien no puede defenderse.